José Ortiz Medina
Ya encarrerados en el contexto de la exigencia nacional de la renuncia de “Alito” por los pírricos resultados de las pasadas elecciones, algunos priistas jarochos están reviviendo en estos días un tema que se creía superado hace meses. Y es que ya por ahí andan otra vez manejando el escenario del relevo en la Presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI.
Ya se apuntó un personaje cercano a Carvallo, de apellido Kuri, y también suspira por dicho cargo partidista un personaje de la sangrienta dinastía de los Vázquez, concretamente de la zona de Cosoleacaque.
Pero ante esta caballada de ínfimo prestigio, surge en la mente de destacados priistas de abolengo la idea de impulsar nuevos cuadros y que en medio de esta vorágine cuatroteísta, ha sacado la casta, y como pocos ganó en las pasadas elecciones municipales solito, sin alianzas.
Un triunfo así, sin necesidad de “vejigas” para nadar, es una victoria de digno encomio y merecedora de toda admiración y reconocimiento.
Porque ganar en la época del carro completo del PRI, pues así qué chiste, diría Quico, el personaje de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”.
Por supuesto que nos referimos a Ignacio Morales Guevara, quien se ganó a pulso el lugar que ahora ocupa en la silla principal del municipio de Altotonga.
Pero además, “Nacho” Morales ha sido toda una revelación como alcalde. A casi seis meses de haber asumido el poder, se le ha visto muy dinámico. Lo mismo resolviendo el tema de la recolección de desechos sólidos, que proyectando turísticamente al municipio. La feria de este año fue una de las mejores en muchas décadas. El edil priista todo el tiempo anda en contacto con la ciudadanía, escuchando sus demandas y resolviendo los problemas más urgentes que aquejan a la población.
“Nacho” Morales es además un joven talentoso y con altura de miras. No es el típico político aldeano, sino que le sabe, y mucho al análisis político y al manejo de estrategias.
Y como es sabido, el munícipe es cercano al experimentado diputado federal José Yunes Zorrilla, acaso uno de los pilares fundamentales del priismo veracruzano.
Tal vez haya quien piense que no le convendría a Nacho Morales solicitar licencia a la presidencia municipal para buscar la dirigencia estatal del partido tricolor, pero de que le ven gruesos espolones para esa responsabilidad partidista, de eso ni duda cabe.
Soplan vientos de cambio.
A ver qué pasa.
