En el panteón Ignacio Zaragoza del municipio de Misantla, levantaron un monumento al pene como última voluntad de Catalina Orduña Pérez, Doña Cata, alias “La Tigra”.
Sobre la tumba de doña Cata fue puesta la escultura del pene, como un homenaje a ese órgano masculino.
De acuerdo con los familiares, se trató de la última petición que hizo Doña Cata antes de morir, para reconocer el valor del pene en este mundo.
En estos días día cumplieron la petición a la señora Cata y acudieron al panteón para colocar la escultura.
La escultura fue hecha por Isidro Lavoignet, un constructor dedicado a la elaboración de lámina de plástico y tinacos en Misantla.