VIDEO | Destapan “cochinero” en negocio de carne ubicado en la ciudad de Orizaba

Antes de saborear sus tacos pregunte de dónde es la carne. Un “cochinero” plagado de violaciones a la ley y complacencia de las autoridades ha sido destapado en la operación de la empresa “Carnes Romax”, que surte a conocidas taquerías y restaurantes de la región.

A través de una investigación periodística de El Buen Tono se han evidenciado irregularidades sanitarias, precios por debajo del promedio en el mercado y ventas al mayoreo sin factura ni registro fiscal.

Con denuncias de clientes y trabajadores, notas de venta y un recorrido respaldado con fotos y videos EBT documentó las anomalías en el negocio ubicado en la calle Cauville 13 Bis de la colonia Agrícola Librado Rivera, en la ciudad de Orizaba.

Sin hacer público su Registro Federal de Contribuyentes (RFC), la carnicería únicamente otorga notas de venta sin importar si los clientes compran uno o 300 kilos de bistec para los tacos al pastor.

Las notas que no reúnen los requisitos de Hacienda evidencian que da lo mismo comprar 61 pesos que 22 mil pesos, el ticket no cambia y la cajera Romina Aldana, en diferente fecha y hora, siempre será la misma registrada por su sistema.

Este hecho debería ser investigado por el SAT, sumado a que los precios que ofrecen son muy inferiores a los de establecimientos que se encuentran en regla, por lo que entre clientes y trabajadores se ha levantado la sospecha de que la mercancía es robada, delito del cual tiene que conocer la Fiscalía General del Estado (FGE).

“Nos venden muy barato, llevamos 266 kilos para las taquerías”, señala un cliente que afirma que el ticket que recibió es el único comprobante de la compra.

En el lugar se observa que el personal que corta y embolsa la carne no usa cubrebocas, hay bolsas con carne amontonada en un rincón, sobras en descomposición, muebles oxidados donde manipulan el producto, carne sin refrigerar y pisos con hongos.

Eso sí, los empleados llevan sus botas, mandil y gorra, pero ni la pandemia los obliga a que se cubran la boca.

Un trabajador que pidió el anonimato afirma que la falta de refrigeración de la carne atrae roedores, por lo que les han pedido que maten ratas dentro del local.

Para rematar, la lista de precios exhibida al público en la pared es una burla, pues ninguno de los productos tiene precio. La PROFECO debería evitar que se violen los derechos de los consumidores, quienes pagan las consecuencias de un negocio que opera a la vista de forma irregular.

¿Dónde están las autoridades encargadas de regular estos giros? El Ayuntamiento de Orizaba, las secretarías de Salud federal y estatal, la Procuraduría del Medio Ambiente, la Profeco y hasta la Fiscalía de Veracruz deberían intervenir desde sus diferentes responsabilidades para poner orden. Su omisión parece más complicidad que desconocimiento. Aquí están las pruebas ¡Actúen! (El Buen Tono)