Bien dicen que para que la esposa del Marqués debe ser honesta, primero debe parecer. Y no obstante que en el Orfis niegan que pidan «moches» para «limpiar» cuentas públicas, en estos días los reflectores se han enfocado hacia Gerardo de la Fuente Rivera, subdirector de Auditorías a Municipios de ese organismo fiscalizador. Dicen que Gerardo era un funcionario menor, que viene desde la mafia duartista, dio el salto de la muerte con el yunismo, y ahora misteriosamente ha sido cobijado en la 4T. No sería mala idea que investigaran a este funcionario que no hace mucho manejaba un auto compacto y ahora se traslada en un vehículo que no lo tiene ni Obama.






