Con lluvia y miles de dolientes, Isabel II llega a Buckingham

La Reina Isabel II ya está en casa. Cinco días después de su muerte, el cuerpo de la monarca británica llegó al Palacio de Buckingham entre aplausos y fotografías de miles de sus fieles, quienes aguantaron durante varios minutos la lluvia de Londres.

Para los llamados dolientes, las horas de espera y cada gota de agua valieron la pena, pues aunque se trataron sólo de segundos, lograron vitorear el ataúd de roble con el cuerpo de quien fue su monarca por 70 años.

A las 20:05 horas, el auto con el féretro de Isabel II daba la vuelta al Victoria Memorial por la calle Constitution Hill. El cortejo fúnebre lo encabezaron tres motocicletas policiales y enseguida la carroza de su majestad, seguida de cinco vehículos más.

En ese momento, la multitud se quedó callada por un instante que parecieron horas. Un imponente contraste de todas las personas que, detrás de vallas metálicas, llegaron a las inmediaciones del Palacio de Buckingham.

El silencio tan solemne quizá se debió a la impresión de ver el ataúd real, aunque apenas reaccionaron los miles de presentes, empezó la algarabía: aplausos y gritos que fueron más llamativos por los flashes de las cámaras y las luces de los celulares.

Pero apenas esta carroza, recién construida especialmente para que la gente pudiera ver el féretro, entró al Palacio de Buckingham, la solemnidad volvió: los guardias reales, con sus característicos sombreros altos de piel de oso, agacharon la cabeza como muestra de respeto a su majestad.

Ya en el interior, Isabel II fue recibida por su hijo y sucesor Carlos III, así como por la esposa de éste, la reina consorte Camila; también estaban presentes los polémicos príncipes William y Harry, y sus respectivas esposas Kate Middleton y Meghan Markle.

También recibieron a la monarca británica los hijos de la princesa Margarita, Lady Sarah Chatto y Earl Snowdon; en los hechos, toda la Familia Real estuvo anoche en Buckingham, donde la reina Isabel II pasó su última noche en el palacio que por 70 años llamó hogar.

Pero la despedida de ayer en Londres comenzó antes, seis minutos antes de las 19 horas para ser preciso, cuando el avión de la Fuerza Aérea Real aterrizó en la base militar RAF Northolt procedente de Edimburgo, Escocia.

Para el viaje de casi dos horas de duración, la princesa Ana y su esposo, el vicealmirante Tim Laurence, también estuvieron en este avión, utilizado por las autoridades británicas también para evacuar personas de Afganistán y, recientemente, entregar armas a Ucrania.

Trece minutos después, a las 19:07 horas, los guardias de honor bajaron el ataúd cubierto con el estandarte real de Escocia y una corona de flores blancas, y enseguida comenzó la procesión de unos 20 kilómetros de distancia.

Las imágenes en las calles de Londres fueron sin precedentes: miles de personas, apostados sobre la acera vehicular, con celular en mano, celebraron a la reina Isabel II. Esa imagen se repitió durante todo el trayecto de unos 45 minutos de duración.

Incluso, una de las vías más transitadas de Londres, la A40, se llenó en sus tres carriles por los dolientes que querían ver pasar el ataúd de su monarca.

Muchos siguieron en sus teléfonos celulares la transmisión televisiva del trayecto desde la base aérea militar de RAF Northolt para saber la distancia en que se encontraba el cortejo fúnebre de ellos y, es que desde ese momento, en Londres, todo son despedidas para la reina Isabel II.

Despedida de Isabel II

La tarde de este miércoles, por ejemplo, seguirá una más y en una nueva ceremonia real, el cortejo fúnebre será trasladado a partir de las 14:22 horas a Westminster Hall. Los príncipes William y Harry caminarán junto con su padre, el rey Carlos III, detrás del ataúd de la monarca mientras es trasladado en un carro de armas.

Para que los llamados dolientes puedan estar tan cerca de su monarca como quizá nunca la tuvieran en vida, y para que todos alcancen a hacerlo -el gobierno británico espera hasta un millón de personas-, serán cuatro días los que estará el cuerpo de su majestad en ese emblemático palacio.

Más de mil voluntarios, administradores y policías estarán disponibles para este acto protocolario que abrirá sus puertas a las 17:00 horas, tiempo de Londres, 11:00 de la Ciudad de México, y hasta las 6:00 del próximo lunes 19 de septiembre, día del funeral de Estado.

Siendo acordes a los tiempos, las autoridades británicas han dispuesto que quienes no puedan asistir al Westminster Hall, habrá una transmisión en vivo disponible en la agencia de información pública, la BBC. (Milenio).