En Corto… Sin Cortes / A su majestad, Paty I, no le gusta que la miren

José Ortiz Medina

Hay códigos en las monarquías que rayan en lo estúpido como –por ejemplo- no tocar al monarca, hacerles reverencia, no caminar delante de ellos, etc.

Pero bueno, esas poses dignas de la más reprobable estulticia, muchos plebeyos las acatan fielmente, aunque no faltan quienes se rebelen.
Pero en países como México, hay aún gobernantes que asumen poses monárquicas.

Esto viene al caso porque circula en redes un video en la que se observa a la alcaldesa panista de Veracruz, Patricia Lobeira, suspender una sesión de Cabildo, sólo porque un jaranero se le quedaba mirando. Según la munícipe, no le agradaba la mirada de “El Jaranero Iguana” porque se sintió “amedrentada”.

Por favor, si la edil se deja amedrentar por un jaranero, entonces qué puede esperar de los rijosos ciudadanos que muchas veces plantean sus demandas y no precisamente con los mejores modales.

La actitud de la presidenta municipal la exhibió como intolerante, pero a la vez frágil y vulnerable al sentir que la “miraban”.

Estamos de acuerdo que hay “miradas que matan”, pero no creemos que sea el caso del músico popular.

Pero dicen que así es la esposa de ChiquiYunes. Nos comentan que a veces no le gusta que ni siquiera la toquen.

Quien sí se espantó, y mucho, fue el jaranero ante la inusitada reacción de “Paty-Yu”, pues aseguran que ya sólo esperaba de esta reina de Corazones de pacotilla, el temible grito de “¡Qué le corten la cabeza!”.