Tercero Interesado | LA POSIBILIDAD REAL DE TENER UNA MUJER PRESIDENTA EN MÉXICO

Por Carlos Tercero

Hace unos días, el semanario francés Le Point publicó: México – por primera vez, una mujer a las puertas de la presidencia. [Mexique: pour la première fois, une femme aux portes de la présidence], con una fotografía y referencia a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; resultado de una cobertura de AFP, que fue incluso replicada en L’Express, Journal des Lycées, Orange Actualités y TV5 Monde en Francia, así como en varios portales y medios de comunicación en francés en Alemania, Canadá, Dinamarca, Arabia, Marruecos, Vietnam y República del Congo.

Lo anterior llama la atención, porque la nota comienza destacando la fama machista de México, en lo que por supuesto, sin dejar de reconocer que falta mucho por hacer, considero que los logros también merecen ser tomados en cuenta.

Evitando caer en la tentación del futurismo político que tanto practicamos, (casi como deporte nacional), me concretaré a opinar que la realidad de nuestro país dista de la imagen machista que a nivel internacional prevalece; pues tan solo en la actividad político electoral estamos por cumplir casi siete décadas del reconocimiento del derecho al voto de la mujer; pasamos de las cuotas de género alcanzadas en los 90, a la paridad sustantiva que hoy como nunca antes, garantiza el acceso de cada vez más mujeres, a puestos de elección popular y acertadamente, con la misma inercia, sucede lo mismo en los espacios de la administración y actividad pública en todo el país.

Hoy, contamos con siete mujeres gobernadoras (Baja California, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Quintana Roo y Tlaxcala); así como la citada Jefa de Gobierno en la Ciudad de México; además, está la posibilidad de que sean mujeres quienes lleguen a la gubernatura en los estados de México en 2023, y al menos en Veracruz y Yucatán en 2024; luego entonces ¿de verdad es motivo de asombro internacional que podamos contar con una mujer como Jefa de Estado?

No se puede desestimar el hecho de que Claudia Sheinbaum, logró cautivar a la prestigiada agencia internacional de noticias; pero a pesar de su popularidad, son muchos quienes aún perciben claramente en ella, áreas de oportunidad, comenzando por demostrar que puede brillar con luz e identidad propias.

De la misma manera, y considerando que –quien puede lo más, puede lo menos–, permanece la expectativa de que pueda remediar el caos cotidiano de la capital del país, a causa de las marchas y bloqueos que recurrentemente desquician la vida de miles, ante la “prudencia política” que se sobrepone al imperio de la ley. Gobernar implica mano (no grupo) firme en la toma de decisiones justas; implica cumplir y hacer cumplir la ley, aunque ello no sea siempre lo más popular.

La CdMx, sede de los Poderes de la Unión, ha sido origen mayoritario de los Presidentes de México y, su Regencia, hoy Jefatura de Gobierno, diestra antesala y catapulta política, pero de ninguna manera es requisito obligado, pues en todo caso habría igualmente que considerar a la Secretaría de Gobernación, la Cancillería, las Secretarías de Estado, el Senado o los gobiernos de los Estados.

La participación política de la mujer en México es una realidad, un relevante logro que da luces de la evolución ciudadana y madurez democrática que hemos alcanzado, y que sin dejar de ser un tema exento de tropiezos por su naturaleza humana, limita cada vez más, que sea por razón de género.

A menos de dos años del proceso electoral que ratifique o redefina el rumbo que como nación determinemos en la jornada comicial de 2024; México continuará en su ruta hacia la igualdad, resarciendo la deuda histórica con las mujeres, quienes con todo mérito son capaces de bien gobernar ayuntamientos, estados y el país mismo.

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