Redacción Versiones
Por los presuntos delitos de acoso sexual, acoso laboral, violencia de género y misoginia, fueron denunciados el dirigente del Partido Acción Nacional en Veracruz, Federico “N”, y el diputado local de ese mismo partido Enrique “N”.
Lo anterior por parte de una víctima de identidad resguardada (por razones obvias), quien solicitó apoyo de la Secretaría de Nacional de Promoción Política de la Mujer en el PAN y presidenta de la Comisión Especial de Atención a la Violencia Política en Razón de Género, Laura Esquivel Torres.
La afectada dio a conocer el presunto maltrato psicológico y violencia en razón de género del que habría sido víctima por parte del legislador y dirigente estatal, quienes presuntamente la criticaban por su forma de vestir por usar faldas o vestidos, además de que supuestamente le prohibían salir a comer, la obligaban a trabajar horas extras sin pago y sus días de descanso eran casi nulos.
“Criticaban siempre mi forma de vestir, mis faldas cortas, mis vestidos a veces ajustados y tenía horarios excesivos de trabajo. Los días de descanso eran los que él determinaba, incluso me llegó a decir que yo comería hasta que él comiera”, expresó la víctima en un audio difundido a medios y del cual Versiones.com.mx posee una copia. La víctima también narra que ella era secretaria del legislador; éste le hacía regalos, pues le enviaba flores a la oficina, así como maquillajes.
Aseguró que aguantó mucho tiempo los malos tratos por necesidad laboral y económica; sin embargo, aseguró que el daño psicológico que ocasionaron en ella es grave.
“Aun cuando ya no había trabajo qué hacer, se quedaba en la computadora jugando Age of Empires II, era muy aficionado a este juego y jugaba de noche, y le preguntaba si me podía ir y me decía que no, que yo me iría hasta que él decidiera y me tocaba esperar hasta que se aburriera de jugar y me dejara ir a casa de madrugada (…) Me hizo regalos, me mandaba flores, incluso una vez me regaló un set de maquillaje, películas como ´El tigre en la nieve´ y yo empecé a sentirme presionada y acosada por lo excesivo de sus regalos”.
Sin embargo, eso no era todo, también le cuestionaba su forma de vestirse, pues no era del agrado de su esposa y le exigió usar dos tallas más grandes para que no se le notara la silueta de su cuerpo.
“Me pidió que ya no me vistiera así porque su esposa se enojaba y tampoco me pintara de rojo porque para él las mujeres que usaban ese tono buscaban algo con los hombres, así que me dijo que me iba a poner una flecha si le gustaba como iba vestida y una equis si no le gustaba, y me pidió que no usara ni faldas, ni pantalones y que si lo hacía, que fueran dos tallas más grandes para que la ropa me quedara holgada y no llamara la atención”.
Entre llantos la mujer recordó cuando le descontaron un día por no quedarse a una posada que él había organizado, pues se había tenido que ir al hospital a ver a su hermano que estaba en terapia intensiva y que días después falleció.