Pablo Jair Ortega / José Ortiz
“Ven, ven, ven… Ven, ven, ven.. Vamos a Tabasco que Tabasco es un Edén”.
Esa fue la canción con la que la marimba recibió este jueves a Adán Augusto López, secretario de Gobernación.
Sonriente, saludando a todos y a todas, recibiendo folders con hojas blancas que contenían peticiones.
“Ven, ven, ven… Ven, ven, ven.. Vamos a Tabasco que Tabasco es un Edén”. La música seguía. Todo era algarabía.
Y Adán se sintió en Veracruz en su otro Edén.
Se sentaron a la mesa Adán Augusto, Cuitláhuac; Leonel Godoy, ex gobernador de Michoacán; el senador veracruzano Ernesto Pérez Astorga; diputados locales, y algunos funcionarios estatales, como Zenyazen Escobar, secretario de Educación de Veracruz.
El escenario: El café La Parroquia que está ubicada frente al Malecón.
“Ven, ven, ven… Ven, ven, ven.. Vamos a Tabasco que Tabasco es un Edén”.
Y Adán se sintió a gusto en su nuevo Edén.
Por el momento, para este Adán no hubo una Eva maliciosa, ni una víbora perversa, pero eso sí, tal vez el fruto para muchos prohibido: la deliciosa manzana de 2024.
“Ven, ven, ven… Ven, ven, ven.. Vamos a Tabasco que Tabasco es un Edén”.
Y Adán fue feliz, al menos por ahora.
Adán se sintió en el paraíso jarocho, ese bello paraíso que embelesó a Agustín Lara, y a muchos y muchas más.
El paraíso jarocho.
Lejos de expulsarlo del paraíso, Adán fue apapachado, arropado, casi bendecido.
“Ven, ven, ven… Ven, ven, ven.. Vamos a Tabasco que Tabasco es un Edén”…