José Ortiz Medina
Hace una semana, en la ciudad de Veracruz, abrazaba, apretujaba y palmeaba “afectuoso” la espalda del secretario de Gobernación.
“¡Hermano!… ¡hermanito!… ¡mi sangre!, ¡mi todo”, le habría dicho a Adán, emulando a su padre, el legendario Tío Fide.
Y Adán, por un instante, se sintió “a gusto”.
Eso fue hace una semana…
Pero ahora, Javiercito sube una foto con la otra “corcholata”, a quien sin rubor alguno elogia como “una mujer valiente”.
“En días pasados sustuve (sic) una reunión con la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, @Claudiashein Pardo. Una plática interesante con una mujer valiente. Gracias por el espacio para el diálogo”, tuiteó ayer la Nauyaquita y subió foto de Claudia.
Cosas de la política.
Tal vez sea la vieja estrategia de no poner todos los huevos en una sola canasta.
Otros dirían que se trataría de camaleonismo político o chaqueterismo vil.
Como quiera que sea, todo parece indicar que Javier Herrera Borunda ya aprendió la vieja maña que alguna vez le funcionó a su padre y a muchos grillos de la vieja guardia priista: que como los gatos, no importa cómo los avientes, ¡siempre caen parados!