Por José Luis Enríquez Ambell
Las apuestas visibles, viables y hasta ahora más promovidas para suceder al Presidente de México -previa encuesta y elección- reviste particularidades especiales en su contenido y acción.
Sobra decir que Claudia Sheimbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard llevan ventajas “políticas” hasta ahora y por el momento, considerando que los diagnósticos suelen cambiar.
Este año habrá elecciones en el estado de México y Coahuila, y en 2024 en ocho entidades más de la República (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán), jornada que se empalma con la elección para Presidente, Senadores y Diputados Federales.
Hasta ahora, las tres expresiones más abiertas como cartas de continuidad a la Cuarta Transformación que encabeza el Presidente López Obrador, mantienen digamos un acuerdo no escrito -y no sé si también de No Agresión- a través de sus propias herramientas; humanas y materiales, al alcance.
Claudia, Adán Augusto y Marcelo se han reunido -al menos en lo público, y quizá también en privado- con el Gobernador de Sonora Alfonso Durazo Montaño, y a quien en septiembre pasado durante el Tercer Congreso Nacional desarrollado en la Sala de Armas de la Unidad Deportiva Magdalena Mixhuca en la CDMX, todos sus compañeros lo eligieron Presidente del Consejo Nacional de Morena, sitio y ocasión en la que aseguró asumía el compromiso de seguir impulsando los principios del partido oficialista y en el poder.
Pues bien, hasta ahora al también ex secretario particular del Luis Donaldo Colosio (ex candidato del PRI a la Presidencia) y ex secretario particular del Presidente Vicente Fox, en días muy recientes fue anfitrión del Canciller Marcelo Ebrard junto con embajadores acreditados en México, situación que en las representaciones mundiales y en sus países, se sabe ha causado impresión favorable al Canciller, que además en su visita al Mundial de Fútbol en Qatar, les dió la impresión que se prepara también para la Copa del Mundo venidera (2026) y en otras condiciones.
Anteriormente, Sheimbaum y Adán, ya lo hicieron y todos en visita a Sonora. Esta pasarela que busca eludir quizá a las posibles observaciones por el INE como de sus adversarios en conjunto -ante posibles actos de adelanto de campaña e indebidos- en fecha reciente los tres hicieron una “cuarteta de la cuarta” pues, acudieron al pleno de los Senadores, a la que el Coordinador de los Legisladores Ricardo Monreal les convocó, ocasión donde el zacatecano – chilango dijo antes de su discurso, que por primera vez fue invitada Claudia Sheinbaum a una reunión plenaria de ellos; “y quizá debimos haberla invitado antes”. Y en ese encuentro realizado en la antigua sede del Senado participaron las llamadas “corcholatas” de Morena: la Jefa de Gobierno, Claudia Sheimbaum; el Canciller Marcelo Ebrard, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y Senador Ricardo Monreal.
La tripleta y/o cuarteta Morena seguirá en su caminar y el factor Durazo habrá de no descuidarlo del radar, la función del “catalizador” será impedir que haya alguna alteración en el ambiente en la mezcla de gases políticos que rivalicen o descompongan la disposición de una transición homogénea como lo quiere y hará posible Don Andrés Manuel López Obrador.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México coincidió en que el proyecto del Tren México-Querétaro puede contribuir a descongestionar la carga vehicular en esta vialidad, obra que podría ser una realidad en el sexenio del Presidente López Obrador – se trata de inversiones federales – y ayudaría a disminuir los vehículos y tráfico de carga en esta vialidad, de las más transitadas del pais, seguramente a Claudia Sheimbaum le acercará al orizabeño-veracruzano y Gobernador de Querétaro Mauricio Kuri (PAN) e iniciar acuerdos institucionales para el devenir.
¡ ES CUANTO !
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