Jesús “Rey” Zambada acusó hoy a un sobrino de Genaro García Luna de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa a cambio de “promover” a uno de los hombres del clan en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (conocida anteriormente como SIEDO).
García Luna, quien fuera jefe de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en el sexenio de Vicente Fox, y luego secretario de Seguridad Pública, en la administración de Felipe Calderón, escuchó hoy al hombre que lo hundió durante el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”. Durante el juicio de éste, “Rey” afirmó que García Luna era parte de la nómina del Cártel de Sinaloa, declaración que este lunes ratificó.
En sus declaraciones, Zambada afirmó que Víctor Hugo García, sobrino de García Luna, recibió 350 mil dólares del Cártel de Sinaloa para garantizar que uno de los hombres del grupo, Édgar Bayardo del Villar, obtuviera una plaza en la Siedo y fuera ascendiendo.
Según Zambada, García Luna permitía que el cártel eligiera algunos mandos en la Siedo, a cambio de dinero.
Bayardo era un hombre clave para el cártel. Por 50 mil dólares mensuales, explicó el testigo, “nos pasaba información de operativos de investigaciones. Nos ayudaba con seguridad también”. En alguna ocasión, se le regaló una Jeep Cherokee blanca, blindada.
Bayardo les reportaba también cuando la DEA había confiscado algún cargamento. El hombre fue ejecutado en una cafetería en la Ciudad de México, en 2015.
Otro de los nombres mencionados por Zambada, el abogado Óscar Paredes, quien supuestamente era el encargado de entregar el dinero de sobornos a García Luna, también fue asesinado en un bar en la Ciudad de México, en 2010.
“El Rey” asegura que él iba a correr la misma suerte cuando fue capturado, en 2008, por elementos de la AFI y gente del cártel de los Beltrán Leyva infiltrada que fueron quienes lo entregaron.
Tras su detención, el “Rey” fue extraditado a Estados Unidos, donde se le sentenció por narcotráfico y luego fue liberado. Su familia fue trasladada a suelo estadounidense cuando él decidió convertirse en testigo del gobierno en el caso contra “El Chapo”.