La reciente conmemoración del 85 aniversario de la expropiación petrolera, en un abarrotado Zócalo de la Ciudad de México, puso las cosas en claro para quienes pretenden mirar hacia el 2024 en Veracruz: es Chío, como le dice el diputado local Juan Javier Gómez Cazarín.
Y es que el presidente Andrés Manuel López Obrador demostró que Rocío Nahle sigue gozando de su total confianza, es su carta fuerte en este proceso de recuperación de la industria y de la soberanía energética nacional, y, por ello, le dio un papel protagónico en el marco de esta celebración y no fue sólo por la fecha histórica.
La política es un ajedrez, y el Presidente, un maestro. Sabe cómo proteger a sus piezas fuertes y cuándo deben revelarse públicamente, porque el 2024 está a la vuelta de la esquina y la continuidad de la transformación en México se dará en un contexto de una intensa guerra electoral que demandará a los mejores guerreros de la 4T.
Para los diversos grupos morenistas en Veracruz, la proyección dada a Rocío Nahle fue un mensaje muy claro del Presidente: quietos mis chavos, Chío es la buena.
¿Por qué es la buena?, porque:
a).- La Secretaria de Energía ha cumplido con creces en la misión que el Presidente le dio, de encabezar la cruzada por la soberanía energética, que implicó frenar las políticas privatizadoras del neoliberalismo, rescatar al sistema nacional de refinación y a la Comisión Federal de Electricidad, así como concluir y operar en tiempo récord la refinería Olmeca de Dos Bocas. Y Rocío Nahle está a un par de meses de lograrlo.
b).- La funcionaria federal es bien vista por la ciudadanía, no sólo del sur, sino en todas las regiones de Veracruz, que no dudará en respaldarla cuando llegue el momento.
c).- Rocío no busca protagonismos estériles y se ha conducido siempre con sumo respeto hacia el gobernador en turno; tampoco busca dividir o confrontarse con quienes tienen legítimo interés en participar para la candidatura de Morena a la gubernatura de Veracruz, porque sabe perfectamente que para el 2024 es fundamental la unidad partidista.
Sobraría decir que no todos ven a la política como un medio para servirle al pueblo, porque el poder les ha cegado, les ha engendrado en su mente la idea de que si no son ellos los elegidos no triunfará Morena, pero se les olvida que es la gente quien le da vida a este movimiento y la que al final decidirá por uno o por otro y, para desgracia de muchos, Rocío es la preferida en todos los sondeos bajo todos los escenarios posibles de aspirantes morenistas y de la oposición.
Chío sigue en el ánimo del Presidente y del pueblo veracruzano. Al tiempo.