En estos últimos días, los problemas de la administración de Ricardo Ahued se han empezado a ventilar. En un anuncio sorpresivo, Ahued revela que el ayuntamiento enfrenta problemas de solvencia económica y que será necesario recortar personal.
Además, el problema del agua persiste, con miles de habitantes de Xalapa que se quejan de la falta de suministro en sus colonias, a pesar de que Ahued prometió solucionar este problema atribuyéndolo a la corrupción de varios años.
Paradójicamente, recientemente se han reportado inundaciones en más de 40 casas en las calles Pino 1 y Pino 2, cerca de la Avenida Presidentes, así como en la Avenida Xalapa, debido a las obras de ampliación realizadas en la zona.
Además, la inseguridad en Xalapa sigue en aumento, sin que la policía municipal pueda tomar medidas efectivas al respecto.
Curiosamente, después de estos hechos, ha surgido una campaña de desprestigio en contra del ex alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, por un amparo ante el hostigamiento de las actuales autoridades municipales, que parece tener como trasfondo la ineptitud del personal de Ahued en la entrega-recepción, la cual se llevó a cabo de manera desordenada y sin cumplir con los procedimientos legales, lo que llevó al ex alcalde a ampararse por los malos procedimientos realizados por la administración actual.
Además del ya tan sobado tema de las luminarias que no fue decisión de la anterior administración, sino de un programa externo al ayuntamiento, y la cereza del pastel: el pésimo servicio de limpia pública.
Se dice que en la política no hay coincidencias, y parece ser que ante la creciente presión y problemas que enfrenta Ahued, mal asesorado quizá por su equipo de comunicación, ha optado por aplicar cortinas de humo para distraer a la opinión pública.
Sin embargo, la realidad es que Xalapa está enfrentando serias dificultades, y la responsabilidad recae en la actual administración encabezada por Ahued.