Wilson García intentaba dormir a su hijo de mes y medio el pasado viernes cuando escuchó tiros. El vecino estaba disparando en el patio de su casa.
El estruendo sobresaltó al bebé. García dejó al niño con su esposa, Sonia Argentina Guzmán, y fue a la casa del vecino acompañado por otro hombre para pedirle que disparara su arma más lejos porque su hijo no podía dormir.
La familia hondureña García Guzmán se encontraba en una casa en el pequeño pueblo de Cleveland, en el condado de San Jacinto en Texas, Estados Unidos.
En la casa había 15 personas, muchas de ellas supuestamente en un retiro de la iglesia.
García contó a periodistas que habló “respetuosamente” con su vecino. “Nos dijo que estaba en su propiedad y que podía hacer lo que quisiera”.
Después de la discusión, García llamó a la policía cinco veces y se tranquilizó cuando le dijeron que la ayuda venía en camino.
Sin embargo, desde la ventana vio a su vecino recargar el arma y correr hacia su casa.
Su esposa Sonia le dijo que entrara, y que el vecino no le dispararía a una mujer. Pero ella resultó ser la primera víctima cuando el hombre disparó indiscriminadamente contra la casa y mató a 5 personas, todos hondureños, incluido un niño de 9 años.
Francisco Oropeza
“Cuando mi esposa estaba agonizando, me dijo que me tirara por la ventana porque ya mis hijos estaban sin mamá. Entonces tenía que quedar uno de los dos vivos para que los cuidara”, dijo conmovido García, que habló con las televisiones locales.
Entre las víctimas está el hijo de García, Daniel Enrique Laso, de nueve años, y dos mujeres que murieron mientras protegían al bebé y a la hija de dos años de García.
“A mi hijo de un mes y medio lo protegieron con un montón de ropa, para que el asesino no lo matara también”, contó a los periodistas.
Durante una vigilia que se celebró el domingo después del tiroteo, García dijo entre lágrimas que una de las mujeres le había dicho que saltara por una ventana para salvarse de los disparos y cuidar en el futuro a sus hijos sobrevivientes.
Las autoridades identificaron a las víctimas como como Sonia Argentina Guzmán, de 25 años; Diana Velázquez Alvarado, de 21; Julisa Molina Rivera, de 31; Jose Jonathan Casarez, de 18; y Daniel Enrique Laso, de 9.
“No tengo palabras para describir lo que pasó”, dijo García a medios locales. “Es como si estuviéramos vivos pero al mismo tiempo no lo estamos. Lo que sucedió realmente fue horrible”.
Tres niños que resultaron heridos fueron llevados al hospital y recibieron el alta el domingo, informó el diario Houston Chronicle.
El sospechoso fue identificado por las autoridades como Francisco Oropeza, de 38 años. Se presume que es mexicano.
Oropeza escapó y sigue fugado.
Este lunes, medios en EE.UU. informaron que el sospechoso había sido deportado del país en cuatro ocasiones.