Por Luis Humberto Tejeda Taibo
Algo más peligroso que un político mercenario y rapaz, es un ciudadano que, sin estrategia y solo aprovechando el oportunismo (hoy de moda) se cuela en los altos niveles de la política
Me explico a continuación.
Lilly Téllez llegó como senadora del partido Morena, apoyando en su momento al presidente Andrés Manuel López Obrador, en Sonora; después, al ver qué tenía en un futuro pocas posibilidades de ser en su momento candidata de Morena a la gubernatura de ese estado, rompe con AMLO y de una manera poco menos que bizarra, emprende un discurso de odio, ofensa y menosprecio en contra de la 4T.
Sin empacho, antes hacía lo mismo pero en contra del PRI y el PAN, al que ahora venera y resalta en su pretendida intensión de ser candidata de la coalición para la Presidencia de la República en el 2024.
Pero para ello asume una actitud beligerante y bravucona.
Ejemplo de ella, es el pasado programa de Brozo en donde compartió escenario con Santiago Creel y le dio un golpe brutal a este al decirle que siempre ha sido plurinominal y ella no, olvidando cortesía y amabilidad, pero también poniendo en claro que ella va y arrebata –a costa de lo que sea– la candidatura.
Hoy el tema es el método con el que ametralla al protector y socio de Marko Cortés (quien, por cierto, fiel a su causa, se comporta de manera pusilánime y deja hacer lo que quiere a Lilly Téllez).
Para concluir, las voces al interior del panismo en el país defenestran y censuran este accionar, lo cual es un caldo de cultivo para el desastre y el caos; un presagio de la derrota que viene y quizás un golpe mortal para el panismo nacional.
Por cierto, esto le importa poco a Marko, pues está seguro su escaño en el senado plurinominal.
Así las cosas, estimadas amigas y amigos.
