La que se dejó ver muy sonriente en Papantla posando en fotografías con el alcalde de dicha ciudad y con el secretario de Gobierno, fue la sempiterna dirigente del sindicato de trabajadores del COBAEV, Erika Ayala Ríos, de muy triste recuerdo por su paso como Secretaria General del PRI y como diputada intrascendente en el Congreso local, quien ha sobrevivido sexenio tras sexenio como “líder” sindical, donde -nos comentan- ha hecho y desecho con las plazas administrativas y docentes otorgándolas a afines y amigos de su círculo cercano, y como pago de favores políticos lo que la ha catapultado no sólo políticamente sino también financieramente.
Se recuerda que hace no mucho, Érika pretendió ser candidata a la alcaldía de Xalapa, para lo cual creó una fundación patito que duró, lo que dura el hielo a pleno sol.
En fin, no cabe duda que el miedo no anda en burro, y es que ante las posibles investigaciones en su contra por su paso en el COBAEV, la amiga de Javier Duarte prefirió morenizarse y alinearse a la Cuarta Transformación, por aquello de las dudas, y ahora con mucho más razón tras la debacle priista en Edomex y por otro lado el futuro más que promisorio para la 4T en el 2024.
Por cierto, ya no se habla de su hijo, un junior que se encuentra dado de alta con varias plazas en el COBAEV, y que hace no mucho presumía en sus redes sociales los lujos y excesos como un vehículo valuado en más de medio millón de pesos y otras linduras, de las que daremos cuenta más adelante.
