Luego de que se dieran a conocer los resultados de la encuesta de Massive Caller que coloca, nuevamente, a Rocío Nahle, Secretaria de Energía, en primer lugar de intención del voto entre los veracruzanos con más del 34 por ciento, y en segundo lugar al alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, con 14 por ciento, y donde el famoso Gutierritos, o sea, Sergio Gutiérrez Luna, aparece hasta abajo con apenas un 4 por ciento, a través de fuegos fatuos y entrevistas a modo con medios nacionales, el famoso prianista convertido a morena que aspira a gobernar el estado, echó mano de sus artes escénicas para insistir, aunque nadie le crea, que será el próximo mandamás en Veracruz. De risa y de pena ajena.
Y es que en los últimos días, Gutierritos ha entrado en pánico porque ve cómo se diluyen sus escasas, muy escasas posibilidades de figurar en Veracruz, por lo que le tira a todo a ver si obtiene aunque sea un reintegro en la lotería sucesoria. Y la desesperación lo invade también porque su proyecto principal en la figura de Adán Augusto tampoco crece. Pobrecito, hasta pena da él y sus corifeos.
Por cierto, nos comentan que hay una investigación en la Cámara de Diputados por la asignación de contratos de publicidad a medios de comunicación en Veracruz, para la promoción personalizada del tal Gutierritos, quien dejó bien “recomendados” a uno que otro medio con Santiago Creel, actual presidente de San Lázaro, para que continuara fluyendo el cash a cambio de crear una imagen artificial del diputado plurinominal del Estado de Veracruz, aunque se diga veracruzano, para ver si es chicle y pega.