Por Luis Humberto Tejeda Taibo
Nunca nadie cambió políticamente sus metas por motivo de resultados electorales; los cambios más profundos son por presión social o por afectación económica.
Marko Cortés y Alejandro Moreno, líderes del PAN y PRI a nivel nacional, navegan cómodos a sus senadurías plurinominales; por ello, pese a 23 fracasos electorales que les preceden, ellos insisten en seguir ese formato, y poco (muy poco) les importan sus representados partidistas o el ciudadano.
Ellos y sus incondicionales están bien, con buenos puestos y magnífica economía personal.
Vociferan que el gobierno es antidemocrático, mientras ellos están montados en sus liderazgos por imposición y trampa.
¿Cuál es entonces el destino en la próxima elección presidencial en el 2024? Pues ser derrotados por cualquiera de las «corcholatas» presidenciales.
En la oposición no hay liderazgos, ni siquiera cacicazgos; sólo son un grupo de vividores del erario público partidista que se niegan a darle a México una oposición sería, profesional y participativa que tanto bien le hace a un país.
Hay mucho por hacer en México, pero viendo la actitud de la oposición, eso tendrá que ser hecho por otros; ellos no están conectados con el ciudadano, a ellos solo les interesa la élite.
Es todo por hoy amigas y amigos.
