Por Luis Humberto Tejeda Taibo
Aunque desde hace meses se reformaron los estatutos y reglamentos internos del PAN, ayer –a instancias de Marko Cortés y su camarilla de incondicionales– se votó para aprobarlos.
“¿Esto qué implica hacia el futuro?”, usted se preguntará…
A continuación, me explico breve:
En estas reformas se incluye que el Consejo Nacional y la Comisión Permanente, un órgano de elite de panistas a nivel nacional, serán los únicos que tengan voz y voto en la elección del próximo candidato a la Presidencia de la República, pero también de gobernadores, senadores y diputados federales, sin tomar en cuenta ni a los Comités Estatales y menos a la militancia.
En este mismo orden, los comités estatales, a través de sus consejos estatales, harán lo propio con los diputados locales y alcaldes.
¿Dónde queda la voluntad universal de la militancia y dónde la tan cacareada inclusión de la sociedad civil?
Es un atentado contra la democracia interna. Hoy por hoy con la coalición bizarra y fracasada con el PRI, y lo que algunos idealistas y soñadores llaman el PRD (o los restos del mismo), se van a designar por dedazo a los estados en donde se nombrará candidatos a gobernador que sean emanados del PRI, sin importar si el PRI obtuvo en la elección anterior la mayoría de votos, como es el caso de Veracruz, en donde a pesar de el PAN liderar en votos la pasada elección, quizá un priísta encabezará la coalición en su candidatura a la gubernatura en el 2024.
Así las cosas.
Como usted puede darse cuenta por mutuo propio, la democracia dentro del PAN ha sido borrada y esto con el fin de sostener las candidaturas al senado plurinominal de Marko Cortés, Ricardo Anaya (que será coordinador de senadores en la próxima cámara alta) y Alejandro Moreno.
Si no me cree, al tiempo.
¡Es todo por hoy, queridos amigas y amigos!