José Ortiz Medina
Muchas hazañas tuvo sin duda Guadalupe Victoria, pero acaso su fama creció luego de las acciones de armas del 25 de noviembre de 1812 en Oaxaca, donde el entonces joven militar, al frente de las tropas insurgentes, se detuvo frente al río Jalatlaco, barrera natural que les impedía la toma de la plaza y, frente a todos sus hombres desenvaina la espada, la lanza hasta el borde contrario y grita: “¡Va mi espada en prenda, voy por ella!”. Acto seguido, se aventó al agua y atravesó el río a nado, seguido por la muchedumbre que reconoció en él a un líder. Al haber resultado exitoso el asalto, José Miguel decide cambiarse el nombre por Guadalupe, pues era la madre de Cristo la que abanderó a sus tropas y la que habría de conseguirles la victoria sobre los realistas.
Viene esto a colación porque con toda proporción guardada, algo más o menos similar ha hecho el líder moral de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, al apostar que si MC no obtiene más votos que el Frente Amplio por México, se retirará de la política.
Tal vez algunos crean que el ex gobernador de Veracruz esté tratando de lanzar flechas a la luna, como alguna vez el ex alcalde de Xalapa Armando Méndez de la Luz reveló que desde muy jóvenes, él y Dante iniciaron en la política hace varias décadas usando esa peculiar frase con el firme propósito de lanzarse a lo grande, o tener mentalidad de tiburón como ahora suelen decir los “millennials”. Y de manera jocosa, Méndez de la Luz, completó la frase: “hay que tirarle siempre flechas a la luna, y no importa si éstas apenas logren caer sólo en el Macuiltépetl”.
Pero así es Dante: arrojado, entrón, a veces hasta un poco arrogante o mamón, pero bueno, esa es su personalidad. Y chueco o derecho, al alvaradeño-cordobés le ha funcionado esta estrategia de arrojo y valentía.
Los que no conocían a Dante, creyeron que tras haberlo encarcelado Patricio Chirinos y Miguel Ángel Yunes, se iba a arrugar o achicar. Y nada de eso. Desde la cárcel, DDR ganó la alcaldía de Xalapa con su compadre Rafael Hernández Villalpando el 19 de octubre de 1997, quien fue abanderado por la alianza PRD y Convergencia por la Democracia, en aquel entonces agrupación política nacional. Dicho sea de paso, la relación entre Rafael y Dante desde hace muchos años quedó fracturada y el ex munícipe xalapeño ahora es diputado federal por Morena.
Pero eso no fue todo. Tras salir de prisión, Dante logra obtener el registro Convergencia como partido político nacional. Y tras una prolongada alianza con Andrés Manuel López Obrador, rompe con el tabasqueño. Y ahora, con MC le ha ido mejor jugarla solo en los comicios que en alianzas, al grado de haber obtenido dos gubernaturas: Jalisco y Nuevo León. En Jalisco, Enrique Alfaro se salió del huacal, y este jueves se tomó la foto con Xóchitl Gálvez, inminente candidata a la Presidencia de la República del Frente Amplio por México.
Pero Alfaro y Xóchitl no contaban con la astucia de Dante, pues en un acto no de balandronada, sino de argucia política, saca el as que tenía guardado bajo la manga y lanza su espada en prenda: si MC no obtiene más votos que el Frente, promete retirarse de la política.
La neta, Dante no es tonto. Sabe de lo que habla. Y es que si bien es cierto que no tiene una estructura nacional real, el veracruzano le apuesta a algo muy simple: lanzar de candidato a la Presidencia de la República al alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas. Y es que es innegable que el hijo del asesinado candidato presidencial trae inmejorables números en las encuestas que lo colocan en segundo lugar en la intención del voto rumbo a la Presidencia. Y no es porque Luis Donaldo Jr. sea brillante o un non plus ultra, sino porque en el imaginario popular persiste la idea de que este joven pudiera cumplir el sueño que las balas truncaron a su padre. Vistas así las cosas, no sería raro que MC quede como segunda fuerza política en 2024, muy por encima de la alianza conformada por PRI-PAN-PRD, tres partidos sumamente desprestigiados por actos de corrupción y connivencias con el crimen organizado. Ello, más una Xóchitl Gálvez que pareciera haberse desinflado, al grado de que en las encuestas internas del Frente, le saca una pírrica ventaja a Beatriz Paredes Rangel. La estúpida declaración de la Gálvez de que los trabajadores del sureste son flojos y no aguantan jornadas de 8 horas pinta de cuerpo completo a una precandidata carente de discurso y de propuestas o planteamientos serios y viables.
Así que no tilden de orate a “Caballo Loco”, porque si bien su partido y su candidato no ganarán la Presidencia de la República, sí hay enormes posibilidades de que deje en ridículo a los partidos tradicionales, que han estado a la baja en las últimas contiendas electorales.