Gasta más de 6 mil pesos y tarda 4 meses en acabar con las chinches

Una familia ha vivido un auténtico calvario durante cuatro meses debido a una infestación de chinches que, aseguran, comenzó con la compra de un colchón durante el Buen Fin del año pasado. El producto, que llegó sellado al vacío, levantó sospechas desde el principio, pero la confirmación del problema no llegó hasta que las picaduras se hicieron evidentes. “Me fui de viaje el 18 de diciembre ya con piquetes, pero en un inicio creí que era una araña”, cuenta uno de los afectados.

El horror se desveló una noche cuando, tras sentir algo extraño en la cama, encendieron la luz y descubrieron una chinche en la sábana. A partir de ahí, la lucha para erradicar a estos pequeños invasores silenciosos fue intensa y costosa. A pesar de solicitar servicios de fumigación, el problema persistía: las chinches adultas morían, pero dejaban huevos que aseguraban la continuidad de la plaga.

Desesperada, la familia investigó profundamente hasta dar con un video de un experto estadunidense que explicaba cómo erradicar realmente el problema. Siguiendo sus consejos, iniciaron un minucioso proceso que incluía la aplicación de vapor en todos los rincones de la habitación, especialmente en la cabecera, la base de la cama y el colchón, y la colocación de trampas en las patas de la cama. Además, envolvieron la base de la cama y el colchón con plástico y compraron una funda especial anti chinches.

Todo este proceso no solo requirió un esfuerzo extenuante sino también una inversión económica significativa: más de 6 mil pesos en total, sumando los costos de las tres fumigaciones y los materiales para la limpieza y protección. Tras cuatro meses de ansiedad y trabajo duro, la familia finalmente logró deshacerse de la plaga.

Pero su caso no es único, y hacen hincapié en la gravedad de estas infestaciones que afectan a hogares en todo el mundo. Comentarios en el video que utilizaron como guía revelaron que algunas personas tardaron hasta dos años en eliminar completamente las chinches de sus hogares.

“No es broma, están en todo el mundo, y son una molestia que podríamos evitar”, concluyen.