Autoridades de salud de Gaza informaron que hay al menos 500 personas muertas tras un ataque israelí a un hospital que estaba lleno de heridos y otros palestinos que buscaban refugio.
Las fotos del hospital al-Ahli mostraban incendios envolviendo los pasillos del hospital, cristales rotos y partes de cuerpos esparcidos por la zona.
Hassan Khalaf, director médico del hospital al-Wafa en la ciudad de Gaza, afirmó a Al Jazeera que el hospital «aún está ardiendo» después del ataque.
El portavoz militar israelí, el contralmirante Daniel Hagari, dijo que aún no había detalles sobre las muertes en el hospital.
«Obtendremos los detalles y actualizaremos al público. No sé si fue un ataque aéreo israelí», comentó Hagari.
Por su parte, Hamas culpó a Israel por el ataque.
«Pedimos a la comunidad internacional y a los países árabes e islámicos que asuman sus responsabilidades e intervengan inmediatamente ahora para detener la arrogancia de la ocupación y su ejército fascista», ordenaron.
Si se confirma, el atentado sería el ataque aéreo israelí más mortífero en cinco guerras libradas desde 2008.
«La masacre en el Hospital Árabe al-Ahli no tiene precedentes en nuestra historia. Si bien hemos sido testigos de tragedias en guerras y días pasados, lo que ocurrió esta noche equivale a un genocidio«, dijo el portavoz Mahmoud Basal.
Imágenes televisivas y videos en redes sociales muestran a cientos de personas en las calles de Ramallah, en Cisjordania, protestando contra el ataque al hospital.
El Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, calificó el ataque como «horrible, inaceptable».
En otro hecho ocurrido este martes, al menos seis personas que se habían refugiado en una escuela administrada por la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos en la Franja de Gaza murieron en un ataque aéreo israelí, informó la ONU.
«La escuela fue alcanzada durante el bombardeo de las fuerzas israelíes», informó la agencia.
Según la agencia, decenas de personas también habían resultado heridas y el número de muertos es «ciertamente mayor».
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenó el ataque y pidió la «protección inmediata de los civiles», así como la «revocación de las órdenes de evacuación de Israel«.






