Un síntoma muy cañón de debilidad de la ex secretaria de Energía.
A petición de Rocío Nahle, Zenyazen Escobar acaba de declinar a favor de la zacatecana. Y no tarda Claudia Tello en hacer lo mismo, aunque no es mucho lo que pueda sumar la diputada federal, y tampoco el ex titular de la SEV trae muchas canicas.
El punto es que Nahle y sus aliados andan desesperados. Los números no les alcanzan y Eric Cisneros les come el mandado.
Pero de la desesperación, ya pasaron a la angustia, y de ahí sólo falta un paso para la zozobra.
Este lunes comenzó la aplicación de la encuesta de Morena y culminará el próximo viernes.
No se necesita hacer un sesudo análisis para encontrar las causas del desplome de Nahle, pero ahí les van algunas hipótesis:
1.- Su origen zacatecano.
2.- Su desarraigo del estado. Pasó más tiempo en Dos Bocas y en la CDMX que en el estado de Veracruz.
3.- Cayó mal entre los ciudadanos que no terminó al cien por ciento la refinería Olmeca en Dos Bocas y como vil chapulina quiere saltar ahora a otro cargo como es en este caso la gubernatura de Veracruz. Porque es un hecho que dicha refinería aún no refina gasolinas, amén de que se disparó el costo de la misma. Mucho dinero invertido y aún sin resultados. Mucho ruido y pocas nueces.
4.- La percepción de que es una aspirante impuesta por AMLO y Cuitláhuac.
Y a esas hipótesis, estimados lectores y lectoras, agréguele las que aquí se nos escaparon.
Pero el hecho es que Nahle sostiene una batalla contra el tiempo. El tiempo transcurre inexorablemente y ella sigue estancada. La angustia crece, la zozobra se multiplica. El tiempo avanza y el 30 de octubre se sabrá la verdad. Tic… tac… tic… tac… tic… (En Corto / José Ortiz)