Científicos hallan un tumor con dientes en el antiguo Egipto

Un excavador que trabajaba en una antigua tumba subterránea en Egipto logró divisar lo que los arqueólogos nunca habrían encontrado: un diente solitario, encajado en la curva de una pelvis desgastada.

Al principio, la arqueóloga Melinda King Wetzel pensó que estaba ante un feto de la época de los faraones egipcios, pero cuando mostró la tumba a la bioarqueológica del yacimiento, Gretchen Dabbs, el descubrimiento resultó ser de naturaleza aún más rara.

Así, afirman haber encontrado la prueba más antigua de un teratoma ovárico maduro, o tumor de células germinales.

En la actualidad, la masa parece un grupo calcificado de tejidos desorganizados y completamente formados, como huesos y dientes.

Mide aproximadamente 3 por 2 centímetros y data de mediados del siglo XIV antes de Cristo.

Los investigadores afirman que añade “una considerable profundidad temporal y geográfica a nuestra comprensión de esta afección en el pasado”.

Wetzel y Dabbs que proceden de distintas empresas y universidades, llevan años trabajando juntas en este yacimiento arqueológico, en la orilla oriental del río Nilo, como parte del Proyecto Amarna.

Se trata de una excavación en curso a largo plazo que pretende descubrir los cementerios de personas normales enterradas cerca de la que fue capital del faraón Akenatón, establecida a partir del año 1345 a.C.

El joven esqueleto femenino con el tumor ovárico fue hallado enterrado en una tumba de varias cámaras en el cementerio del Desierto Norte de Amarna y probablemente tenía entre 18 y 21 años cuando murió.

Fue enterrada con las manos colocadas sobre la pelvis y envuelta de una forma habitual en otros cementerios de Amarna no pertenecientes a la élite. Sin embargo, llevaba más joyas que otros cuerpos cercanos.

Los especialistas concluyeron que el tumor de la mujer egipcia creció lentamente durante muchos años, comprimiendo finalmente sus órganos internos, lo que provocó su muerte.

El tumor es varios siglos más antiguo que otros teratomas antiguos descubiertos anteriormente por arqueólogos en España, Francia, Perú y Portugal.