La muerte del Magistrade Jesús Ociel Baena Saucedo y su pareja Dorian Daniel Nieves, ocurrida ayer en Aguascalientes, desató protestas masivas de la comunidad de la diversidad sexual con exigencias de justicia ante lo que calificaron como un crimen de odio.
En las manifestaciones fue cuestionada la versión oficial de los fallecimientos.
La Fiscalía de Aguascalientes determinó en un comunicado emitido horas después del hallazgo de los cuerpos de Baena y Nieves que no había indicios de la participación de una tercera persona, y que el Magistrade y su pareja fueron encontrados con heridas de navajas de rasurar. Una navaja estaba en la mano de uno de los fallecidos, según la versión.
“Todo indica que podría tratarse de un tema de índole personal”, expuso la Fiscalía.
Baena se identificaba abiertamente como “primer Magistrade electoral no binarie en América Latina” y era un activista reconocido. Llegó junto con Nieves a su domicilio sobre la 1 de la mañana del lunes y una empleada encontró los cuerpos horas después en la sala. Las cerraduras no estaban forzadas, dijo la Fiscalía estatal.
En 25 ciudades del País hubo movilizaciones siendo la de CDMX la más numerosa y sin precedente. Miles se reunieron en la Estela de Luz para marchar sobre Paseo de la Reforma hacia el Zócalo y dejar veladoras frente a la puerta central de Palacio Nacional.
Los inconformes exigieron que la FGR atraiga la investigación por este caso, luego de que la Fiscalía estatal afirmó que el móvil sería “un tema personal”.
Alrededor de las 22:00 horas, la movilización, que partió de la Estela de Luz, llegó a Palacio Nacional, donde los inconformes acusaron que la escena del crimen fue manipulada y que Baena ha sufrido una constante revictimización.
Ante ello, también pidieron la intervención de organismos internacionales. “Ya no creemos en las instituciones nacionales”, aseguraron.
Desde las 19:00 horas, miembros de la comunidad comenzaron a congregarse respondiendo a la convocatoria lanzada por la tarde en redes sociales.
Frente a la Estela de Luz colocaron mantas con los rostros de personas LGBTTTIQ+ que han sido asesinadas y prendieron veladoras para honrar su memoria. También colocaron la fotografía del Magistrade.
Juan Carlos Yustis, del Colectivo Cadi, dijo que en las mantas estaban las imágenes de 500 personas, pero no se cuenta con un censo oficial y lamentó que la mayoría de los crímenes han quedado en la impunidad.
Tras una hora de pronunciamientos, en los que rechazaron las violaciones a sus derechos, así como la discriminación que viven día a día, los manifestantes decidieron marchar sobre Avenida Reforma rumbo al Zócalo
“Vamos a exigirle al Presidente (López Obrador) que tome cartas en el asunto”, dijo Luis Cueto, líder de la organización Cueto Contigo.
“Tenemos que aceptar que fue un crimen de Estado. Tenemos que parar este odio que se vive en todo México. No podemos seguir siendo la sangre que se derrama en las banquetas”, agregó.
Por su parte, Carlos Vergara, activista y catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM , aseguró que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Aguascalientes no tenía los elementos para determinar que se trató de un crimen pasional .
“Cuando se trata de personas en situación de vulnerabilidad la Fiscalía tiene la obligación de seguir los protocolos y sólo ha hecho que los medios de comunicación criminalicen a Ociel”, criticó.
Johan Fernández, ahijade de Baena y asesor de la Comisión de Diversidad de la Cámara de Diputados, también consideró que la Fiscalía toma a la comunidad como personas de segunda clase.