El municipio de Xalapa cuenta, total o parcialmente con ocho áreas naturales protegidas declaradas (Cerro de la Galaxia; Predio Barragán, Cerro de Macuiltépetl, Tejar Garnica, Molino de San Roque, Francisco Javier Clavijero, Archipiélago de Bosques y selvas y el Parque lineal Quetzalapan Sedeño) cuya integridad y salvaguarda están en peligro debido a la puesta en vigor del programa de ordenamiento territorial del municipio de Xalapa.
El programa en mención dispone, regula y prohíbe ciertos usos de suelo para cada uno de los terrenos existentes en el municipio. Usos que se determina por la ubicación y las circunstancias Urbano-ambientales que rodean cada predio. Sin embargo, el programa va más allá de sus atribuciones y propone usos de suelo de índole urbana dentro de los polígonos de las áreas naturales protegidas declaradas con anterioridad.
Si bien es cierto que los cambios obedecen, en algunos casos, a situaciones de hecho que debían regularse, también es cierto que predios que aún no han sido construidos se les conceden usos como: comercio, reserva habitacional, equipamiento urbano, usos mixtos, entre otros más.
Éste programa se elaboró, se aprobó y publicó en el cuatrienio de Hipólito Rodriguez Herrero –quien se ha autoproclamado a favor del medio ambiente y ha dedicado parte de su labor como investigador a ello– y fue mediante el acuerdo de Cabildo número 201 de fecha 15 de noviembre de 2021 y aprobado con 8 votos a favor y tres abstenciones por los entonces regidores, sindica y alcalde que se actualizaron las ordenanzas de suelo ignorando las disposiciones ambientales de las áreas naturales protegidas.
Los ediles ¿habrán recorrido el territorio xalapeño antes de su aprobación? ¿Qué opinaron respecto a la afectación de áreas naturales? El alcalde ¿Qué intereses le hicieron dejar en un segundo plano sus consignas a favor del medio ambiente?
El peligro de vulnerar estas áreas naturales protegidas son, de primera mano, el impacto directo al clima local y las consecuencias ambientales de la ciudad pero además, deja el precedente a nivel estatal de que, con un “cabildazo” se devalúe el derecho humano que nos pertenece a todos a un ambiente sano.