La texana Melinda Van Veldhuizen, de 42 años, se llevó la sorpresa de su vida cuando pretendía viajar junto a su familia en el barco Horizon Cruise de la compañía Carnival y le impidieron el acceso al crucero al detectar, mediante la radiografía de un escáner, un cortaúñas de metal y un paquete sospechoso en el interior de su equipaje. Todo ocurrió en Miami, el pasado mes de agosto. La mujer, enfermera y quiropráctica, quería celebrar el 21 aniversario de bodas con su esposo y que su hijo había acabado con éxito su último año de bachillerato. Sin embargo, fue detenida durante varias horas y se le negó el embarque. Pero eso no fue todo, ya que más tarde recibió una notificación de la compañía prohibiéndole viajar con ellos de por vida.
“La decisión fue tomada por sus acciones en el crucero actual, que supusieron una violación de las reglas del barco, interfirieron con la seguridad y/o el disfrute de otros huéspedes del barco o causaron daño a Carnival”, especificaba la carta firmada por el Capitán Rocco Lubrano, facilitada al periódico USA Today por el abogado de Van Veldhuizen, Daren Stabinski.
¿La razón?
Llevar un bote con gominolas de CBD o cannabidiol, un compuesto que se encuentra en el cannabis y que Melinda había adquirido por ser anunciadas como una ayuda para conciliar el sueño. De hecho, el CBC se utiliza como suplemento comestible por sus presuntos beneficios para la salud, como la reducción de la ansiedad y el alivio del dolor. Y, aunque no causa euforia, puede provenir de plantas de cáñamo. Según la Ley de Mejora Agrícola de 2018 que rige en Estados Unidos, se “eliminó el cáñamo de la Ley federal de Sustancias Controladas, legalizando el CBD si proviene del cáñamo”.
A pesar de ello, el estatus legal de estos productos difiere según el estado. Lo cierto es que Carnival no permite los productos CBD en sus barcos. “Si bien ciertos productos de CBD son utilizados con fines medicinales y pueden ser legales en los Estados Unidos, no lo son en todos los puertos que visitamos y, por lo tanto, se consideran artículos prohibidos”, aseguran desde su página web.
“Si la gente no puede cumplir con las reglas publicadas, el crucero puede no ser la mejor opción para ellos”, dijo Stewart Chiron, experto en la industria de cruceros. Melinda adquirido un bote de gominolas de CBC por ser anunciadas como una ayuda para conciliar el sueño.
Su compra le salió cara Ante esta situación, el marido y los hijos de Melinda se negaron a subir al barco hasta aclarar la situación. En el escrito, la compañía de cruceros informaba que la familia debía abonar unos 5.500 dólares (unos 5.040 euros al cambio) por todos los pasajes, aunque más tarde se ofreció a reembolsar solo la parte de la enfermera que ascendía a 1.665 dólares (1525 euros). Por su parte, el abogado de la familia ha pedido la devolución completa del dinero y una compensación económica por no poder realizar el viaje.