Iyari Daniela Ortega estudiaba el quinto semestre de odontología en la Universidad Cuauhtémoc en Xalapa.
Nunca imaginó que su ex novio Arath Barrientos Rivera habría de cegarle la vida para luego hacer él lo mismo con su existencia.
“Yo sé que aquí está. Dile que venga”, dijo.
Arath convenció a Iyari para que fueran a conversar a solas al centro comercial Las Ánimas.
“No, no vayas, no vayas”, le pidió a Iyari su amiga, como relató al diario Reforma la madre de la joven, Flora Isabel García.
Sin embargo, Iyari, convencida de que no pasaría nada, le pidió a su amiga que no se preocupara y le prometió que le compartiría su ubicación antes de irse del domicilio con Arath. La amiga, contó la madre, notó que Arath llevaba consigo una mochila.
La angustia de la señora Flora por encontrar a su hija comenzó a las 18:00 horas, tras varios intentos fallidos para poder comunicarse con Iyari.
A las 18:14 la madre trató de localizar a su hija con una videollamada, pero Iyari no respondió. En cambio, le mandó una nota de voz.
“Pero ahí yo me di cuenta que estaba como nerviosa y como si tuviera su boca seca”.
Eran alrededor de las 19:30 horas cuando la señora Flora, acompañada de su otra hija, Alexa, salieron a buscar a Iyari a casa de su amiga, donde tampoco encontraron a nadie. “Toqué el timbre varias veces y nada. No tuve respuestas”.
“Me quise comunicar con su amiga y no entró la llamada. Me puse en contacto con otra de sus amigas y le dije: ‘Oye, necesito contactar a Iyari y a su amiga, y me dijo sí, deme chance'”.
Momentos después le regresó la llamada y le advirtió que fuera al departamento de Arath, porque “había pasado algo”.
El departamento de Arath se encontraba a unos diez minutos de distancia. En el camino tuvieron un mal presentimiento, al encontrarse con una ambulancia que iba en la misma dirección que ellas: la Calle Copenhague, en el Fraccionamiento Residencial Monte Magno.
“Lo primero que vimos en toda la cuadra, acordonada de lado a lado, con un mundo de patrullas y de reporteros, de gente”, narró.
De acuerdo con los reportes oficiales, alrededor de las 19:30 horas, vecinos del fraccionamiento alertaron al 911 por una serie de detonaciones de arma de fuego. En tanto que la familia de Arath pidió la ayuda de la policía, porque a través de mensajes el joven había expresado sus intenciones de suicidarse. “Primero creo que le mandó un mensaje a su mamá, y creo que a algunos de sus amigos, donde él les decía que había ‘cometido un error'”, reveló la madre de Iyari.
Un año antes de cometer este feminicidio y suicidarse, Arath había puesto fin a su noviazgo con Iyari y ella entró en depresión. Bajó de peso al menos tres kilos, pero continuó sus estudios. Hasta que Arath comenzó a acosarla para que retomaran su relación.
Dos meses antes del crimen, Iyari intentó poner fin a su relación con Arath a través de una videollamada que se tornó violenta.
“Eres una idiota. Estás mal, eres una idiota”, le decía Arath a Iyari.
Tras la conversación, Iyari le contó a su madre que la relación había terminado definitivamente y que ya no regresaría con él.
Cuando la policía llegó al domicilio de Arath realizó el hallazgo de los cuerpos tendidos de los dos jóvenes.
Iyari fue encontrada con un disparo que le cegó la vida. (Con información de Reforma).