José Ortiz Medina
Es preciso aceptarlo. Es preciso admitirlo. El distrito local con cabecera en Perote y el federal, con sede en Coatepec, están perdidos para la 4T. Esas demarcaciones ya están apartadas para la coalición PRI-PAN-PRD. Sobra decir que esos territorios son bastiones de Pepe Yunes, candidato de la alianza opositora a la gubernatura de Veracruz.
Son varias las razones por las que esas diputaciones están ya perdidas para Morena-PT-PVEM, pero el caso que más llama la atención es -en el caso del distrito electoral de Coatepec- es la gris e intrascedente gestión del alcalde coatepecano Raymundo Andrade. Abusos policíacos, inseguridad, pésimo servicio de recoleccción de basura, corrupción, indiferencia y apatía hacia los problemas municipales, entre otras lindezas, provocarán que la oposición siga consolidándose.
Y la posibilidad de que el grupo político de Pepe Yunes gane en esa zona, ha engallado a más de uno, de las cuadras tanto del PAN como del PRI.
En el caso del distrito electoral local con cabecera en Perote, ya se decidió que será el PAN el que lleve mano en la postulación.
Y debido a las posibilidades de triunfo, en redes sociales ya se han destapado varias y varios “tiradores”.
Y uno de los soñadores que se han anotado para buscar la candidatura a la diputación local es Juan Pablo Becerra Hernández, Tesorero municipal de Jalacingo. La verdad, es un personaje de muy, pero muy bajo perfil. Pero bien dicen que la ignorancia es atrevida.
Pero el problema no sería tanto su bajo perfil, sino la estela de corrupción y múltiples anomalías que le anteceden a este gris personaje.
Juan Pablo Becerra Hernández, derrotado ex candidato del PAN a la alcaldía de Altotonga, tiene la bien ganada fama de tener las uñas bien largas.
Y eso no es todo. Becerra Hernández es un saltinbanqui de la grilla. Lo mismo ha estado en el PRI, que luego en el PAN. Actualmente labora en un ayuntamiento cuyo alcalde es emanado del PVEM (partido aliado de la 4T) y ahora quiere dar el salto del tigre hacia la alianza PRI-PAN-PRD.
Ya se verá si en la coalición opositora le dan la candidatura a alguien que en primer lugar no representa nada y además es un pillo de siete suelas. Bien dicen que quien traiciona una vez, traiciona siempre. Nada confiable alguien que como Becerra nada sabe de lealtades.
Hasta en Altotonga, Pablito tiene una pésima fama. Aparte de rata, se le conoce como calenturiento que engaña a mujeres. Nada le importó estar casado con una mujer de Altotonga y jurar ante Dios ser fiel, lo que es una blasfemia, pues Pablito tiene una amante en el pueblo y ahí también vive su esposa con sus hijos, incluso, con su amante tiene un hijo, siendo la pobre dama (la cónyuge) la burla de los altotongueños.
Juan Pablo es un cínico. A la amante le puso negocio, le compró auto y le construyó casa, y le dijo hace unos años: “mi amor, vas a ser la próxima Presidenta del DIF Municipal, no te preocupes Olga, mi esposa me perdonó cuando se enteró que andaba contigo y tuvimos un nene, esta vez nuevamente se debe aguantar, además, mi suegro, se queda callado porque también le voy a dar jugada en el ayuntamiento”. Obvio, que no ganó la alcaldía y todo se convirtió en sueños de opio.
Las cúpulas de los partidos que integran la alianza PRI-PAN-PRD ni siquiera van a voltear a ver a Juan Pablo Becerra, porque no les garantiza nada y porque personajes como estos sólo restan y dividen.
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