Caras vemos, mañas no sabemos. Y es que personajes de muy baja ralea como Francisco Garrido Sánchez, quien regenteaba el dizque partido político “Podemos” en tiempos del duartismo- fidelismo, donde destacó -es un decir- como legislador calienta-sillas, no tiene empacho en codearse con el precandidato a gobernador del PRIANRD, José Yunes Zorrilla, sin saber que lejos de sumarle adeptos se los resta, porque resulta que asiduos lectores nos refrescaron la memoria al señalar que el “jefe Garrido”, como le gusta que le llamen, estuvo preso hace algunos años nada más y nada menos que en una suite de lujo en el penal de Topo Chico por el delito de fraude. Posterior a ello, tramitó un amparo pues se dijo en ese entonces que era un prestanombres de un alto, muy alto funcionario del Duartismo.
Paco Garrido no hace mucho tenía graves problemas con el SAT, a tal grado que tuvo que poner a su hijo como representante financiero ante el OPLE cuando dirigió PODEMOS.
Y hace poco, como empresario constructor, Garrido Cárdenas edificó la Plaza Jardines, en la avenida Lázaro Cárdenas de Xalapa, por lo que sus deudores ya pueden pasar a cobrar la lana que les debe.
Pues bien, este insigne personaje sin ningún rubor se hizo el aparecido el pasado sábado 10 de febrero en el desayuno que sostuvo Pepe Yunes con representantes de medios de comunicación y actores políticos en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Y muchos se preguntan si con “aliados” que no le acercan pero ni los votos de su propia familia como Garrido Sánchez, el ex diputado federal del PRI y eterno suspirante a la gubernatura, Yunes Zorrilla, le lavará la cara al otrora ex partidazo y podrá proyectar una imagen diferente del tricolor, que no sea la de las transas y la corrupción.
Por lo mientras, con Garrido Sánchez Pepe Yunes se metió un autogol. Allá él si sigue permitiendo que su equipo de campaña y asesores le acerquen a personajes que de solo verlos dan náuseas.