El Área de Formación Básica General (AFBG) de la Universidad Veracruzana (UV) inició un proceso de rediseño de la currícula para adecuarla a las necesidades formativas de los estudiantes del siglo XXI, dio a conocer su directora, María del Rayo Pérez Juárez.
El proceso comenzó con un diagnóstico situacional de los y las estudiantes, que será base para transitar hacia la nueva oferta educativa que incluirá diversificación en las modalidades de aprendizaje, habilidades y competencias transversales.
Indicó que con base en una academia estatal se producen recursos didácticos para impulsar un modelo pedagógico acorde al enfoque educativo de la Universidad, atendiendo las agendas internacionales y necesidades de formación que el nivel superior demanda.
La titular del AFBG, acompañada por los docentes Rubén Hernández Ruiz, Pablo Pillot Rueda y Juan Carlos García Rodríguez, refirió que entre los objetivos y prioridades de la academia están que el estudiante sepa que el proceso de lecto-escritura que llevó en la secundaria y preparatoria es completamente diferente al que llevará en la Universidad.
“Necesitamos alfabetizar a los estudiantes en nuevas literacidades, hacer nuevos entornos con el uso de la tecnología, promover nuevas formas de redactar y enfocarlos a la investigación, a la lectura y escritura, para que estén en condiciones de expresar un discurso académico de acuerdo a la disciplina que estudien”, puntualizó Rubén Hernández.
Juan Carlos García consideró que entre los retos que enfrentan está el atender adecuadamente a una diversidad de alumnos y alumnas de todas las áreas de estudio pues cada uno presenta un interés distinto, “tenemos que saber cómo atenderlo, además de involucrarnos en las nuevas tecnologías y cambios que están surgiendo constantemente”.
Mencionó que una estrategia que están apuntalando es la creación de una red de académicos que compartan información que ayude a construir conocimiento.
Por su parte, Pillot Rueda comentó que la evaluación diagnóstica de los estudiantes es un recurso valioso porque permite identificar cuáles son sus necesidades de formación y hacia qué saberes metodológicos transitar, para lo cual se requiere de herramientas comunicativas avanzadas.
