Juan Javier Gómez Cazarín*
Dicen que para muestra, basta un botón. Dicen, también, que las comparaciones son odiosas, pero a veces son muy necesarias.
Les platico: el régimen del PRIAN dejó abandonada la obra del Hospital de Perote durante 12 años. Todo ese tiempo la salud de los peroteños les valió queso. Y su representante popular nunca reclamó, ni se indignó, ni exigió que la obra se concluyera.
Aquí cabe preguntar: ¿por qué se quedó la obra inconclusa? No tengo pruebas, pero tampoco dudas, de que se clavaron el dinero. En una de esas, para la campaña de alguno de ellos en el PRIAN. ¿Y por qué el representante popular –Senador y Diputado Federal- del PRIAN nunca hizo iris para reclamar por la obra botada? Tampoco me consta, pero una buena explicación a su dócil silencio es la complicidad. O, cuando menos, el desinterés por el bienestar de sus representados, el repudio a cumplir con su deber.
Ahora, años después, con el hospital terminado por el actual Gobierno, hay que tener muchísima cachaza para decirle a la gente del distrito que alguna vez se representó que se interesan por su bienestar.
Por eso va a estar muy difícil su campaña. Si en su tierra, donde alguna vez la gente confió en él, les pagó mal con silencio oportunista, convenenciero y cómplice.
El Gobierno que ellos critican terminó la obra que aquellos dejaron botada. Ahora el centro médico tiene 30 camas de hospitalización. Ofrece servicios de pediatría, ginecología, medicina interna, cirugía general, traumatología, urgencias, laboratorio, rayos X, ultrasonido y transfusión sanguínea, entre otros servicios.
Se dice fácil 12 años de abandono. Pero, pensemos: ¿cuánta gente enferma no tuvo acceso a servicio médico en todo ese tiempo? ¿Cuántos enfermos empeoraron o murieron porque hubo que trasladarlos a otro lado?
Perote es la muestra clara de la hipocresía de la oposición. En su tierra, como en todo Veracruz, ya no se comen sus mentiras y están listos para expresarle su repudio.
*Diputado Local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.