Un fuerte temporal que azota al sureste de Brasil causó al menos nueve muertes, la mayoría en la zona serrana del estado de Rio de Janeiro, donde las autoridades desplegaban este sábado un fuerte operativo ante una situación “crítica”.
El gobierno de Rio reportó tres fallecidos en el derrumbe de una vivienda en Petrópolis, una ciudad turística ubicada a unos 70 kilómetros de la capital del estado. Además, se constató la mañana del sábado el hallazgo de otro cuerpo bajo los escombros, luego del rescate con vida de una niña que estuvo soterrada por 16 horas.
“El padre protegió a la niña heroicamente con su cuerpo y ella fue rescatada con vida (…) Estamos con dolor, pero agradecidos por ese milagro”, dijo Luis Claudio de Souza, vecino del lugar y dueño de un bar, de 63 años.
Decenas de militares y bomberos con equipos de perros de búsqueda trabajaron bajo la lluvia sobre una montaña de escombros donde estaba la vivienda. El gobernador Cláudio Castro describió una situación “crítica” en Petrópolis debido a las “lluvias intensas y el desborde del río Quitandinha” el viernes por la noche.
Imágenes divulgadas en medios locales mostraron ríos de agua y lodo bajando la tarde del viernes por las calles empinadas de Petrópolis, cuyos habitantes todavía tienen fresco el recuerdo de una tragedia que dejó 241 muertes en febrero de 2022.
Parte del cementerio municipal fue arrasado por las aguas. Vehículos de emergencia circulaban desde temprano para asistir a la población, que seguía enfrentando riesgos “muy altos” de nuevos deslizamientos, según las autoridades.
Unas 90 personas fueron rescatadas desde el viernes y escuelas públicas fueron habilitadas como refugio, informó un comité de emergencia del gobierno de Rio junto a las fuerzas de Bomberos y Defensa Civil. Brigadas de apoyo federales también actúan en las zonas afectadas.
En la histórica ciudad serrana, las lluvias acumularon 270 milímetros en 24 horas, según estimaciones oficiales.
El Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) había anticipado una tempestad “severa” en el sudeste, particularmente en Rio, con unos 200 mm de lluvia por día entre el viernes y el domingo. Ese volumen supera la media histórica de 141,5 mm estimada para todo el mes de marzo.
El balance de víctimas fatales en el estado trepó en las últimas horas. A la muerte de un hombre alcanzado por un rayo en Arraial do Cabo se sumaron dos muertes más, en Santa Cruz da Serra y en Teresópolis, informó el gobierno. Las autoridades intentaron minimizar el impacto de las lluvias con medidas preventivas, como asuetos administrativos decretados el viernes en Rio.
La alerta se mantiene vigente hasta el domingo en el sureste de Brasil, tras una ola de calor en los últimos días. En Rio, la sensación térmica llegó el domingo a un récord de 62.3 ºC, y Sao Paulo registró el mes de marzo más caluroso. Las lluvias actuales se deben a la llegada de un frente frío, que antes causó estragos en Rio Grande do Sul (sur) y tras golpear a Sao Paulo y Rio avanzó hacia el estado de Espírito Santo, explicó el Inmet.
La tempestad afectó a ciudades del interior de Sao Paulo, donde dos niños, de 3 y 9 años, murieron el viernes por la voladura de un techo y la caída de un muro, en dos hechos separados, según la Defensa Civil. Y el sábado medios brasileños reprodujeron impactantes imágenes de vehículos navegando, arrastrados por una corriente de agua en las calles de Mimoso do Sul, en Espirito Santo.
Brasil ha padecido en los últimos tiempos las consecuencias de fenómenos extremos relacionados, según especialistas, al cambio climático. Entre ellos, sufrió fuertes tempestades, sequías y olas de calor, con un mayor impacto sobre la población más vulnerable.