VIDEO | Cuidemos a los tlacuaches

Rafael Bravo, presidente de la asociación civil de defensa de los animalitos “Regalemos un Paraizoo”, hizo un llamado a la población en general para que no se maltrate a los tlacuaches, los cuales se reproducen en esta temporada.

Insistió en que no se atente contra la vida de estos animalitos, siendo estas fechas cuando más se avistan en los parques, casas y hasta por los cables de luz cargando con sus crías.

EL TLACUACHE: ÚNICO MARSUPIAL MEXICANO

El tlacuache es el único marsupial mexicano, ya que, como sus primos de Oceanía, tiene una bolsa dilatable bajo el vientre que se considera una segunda placenta, porque la primera es muy rudimentaria. Esta bolsa mide unos 10 cm de longitud y está recubierta de pelo suave y fino por dentro; es comparable con un guante para la nieve.

La función de esta bolsa llamada marsupio es proteger y guardar a las crías que cuando nacen no están totalmente desarrolladas. Todas las especies mexicanas tienen marsupio, con excepción del tlacuache ratón que es el más pequeño, por tanto, las crías se sujetan a la madre por medio de las patas y de la boca, cerca de las mamas y después se montan en su lomo.

Las otras especies nacen menos desarrolladas. Las crías recién nacidas miden 2 cm y pesan 20 gramos; son de color rosado, sin pelo, ciegas, solo cuentan con hocico y patas delanteras y su piel es tan delgada que fácilmente se pueden observar sus pequeños órganos.

La etapa de concepción de las crías dura de 14 a 17 días. Nacen de una a 16 crías y al momento del parto, los pequeños se desplazan ayudándose con sus pequeñas manos y con su cuerpo hasta llegar al marsupio, en donde comienzan a alimentarse, ya que las mamas de la hembra se encuentran dentro de este.

Los pequeños permanecen adheridos a un mismo pezón hasta que son destetados, por lo que los críos que no alcanzaron uno, suelen morir de hambre y son removidos del marsupio. A las ocho semanas máximo, ocurre el destete.

Durante este tiempo se desarrollan las patas traseras, los órganos internos y la vista. Salen del marsupio y trepan al lomo de la madre; ahí la acompañan a todos lados. Ésta arquea la cola por encima de su lomo hasta la cabeza para que de ahí se sujeten sus críos por medio de sus colas.

El tlacuache ha sabido arreglárselas muy bien para sobrevivir a la invasión humana. Ha logrado multiplicarse o ir preservando la especie. Es el animal que mejor se adapta a la vida cerca del hombre después de la rata y el ratón.

Esto se debe a que es un animal omnívoro que se alimenta de cualquier cosa, desde frutos o insectos hasta desperdicios producidos por el hombre pasando por pequeños reptiles y anfibios, huevos y gallinas de tamaño regular.

Con frecuencia se le ve en las ciudades, dentro de los botes de basura, en las rejas de las escuelas, en alcantarillas y coladeras, y dentro de los refrigeradores industriales, ya congelado pero con el estómago lleno. Este animal adapta sus madrigueras en las ramas huecas de los árboles, en troncos caídos y en túneles abandonados por otros animales, que rellena con hojas secas para obtener mayor comodidad y calor.