Juan Javier Gómez Cazarín*
Dicen que cuando atentaron contra la vida del presidente de Francia, Charles de Gaulle, estando parapetado en su coche esquivando las balas, el héroe de la Segunda Guerra Mundial atinó a exclamar: “qué mal dispara esta gente”. Salió ileso.
Algo así habrá pasado por la mente de Claudia Sheinbaum ayer en el programa televisivo producido por el INE y que tuvo fama pública de debate sin serlo realmente. Me la imagino pensando: “qué mal debate doña X”.
En un debate se discuten ideas, se trata de presentar argumentos y, de ser posible, exhibir las inconsistencias del adversario. A últimas, podríamos reconocer que sí es una buena y válida oportunidad para sacar algún trapito al sol al contrincante, siempre y cuando se presenten pruebas contundentes de un hecho ilícito o, cuando menos, descaradamente inmoral.
Pero la candidata X prefirió reciclar los ataques de siempre, que de contundentes no tuvieron nada y sí parecen chismes desgastados por el uso. Eso y las descalificaciones personales. Fue una provocación para sacar a Claudia de sus casillas, sin lograrlo.
Es tan mala candidata la señora X, que no pudo ni poner el escudo bien, mostrándolo de cabeza, tal como lleva su campaña y como pretende poner al país.
¿Y se puede ganar un debate donde no hubo realmente debate? Creo, al menos, que Claudia sí ganó con su participación en el programa televisivo del INE.
Ganó porque salió ilesa, porque no la sacaron de su concentración, ni perdió el buen humor y, al contrario de la señora X, se vio en ella a una política digna de la investidura presidencial que a la otra, comportándose de la manera que lo hizo, le queda muy grande.
Claudia ganó porque aprovechó la oportunidad para hablar de sus propuestas, que, desde que las presentó en el Zócalo el 1 de marzo, han sido el eje de su campaña y han servido de propuesta para candidatas y candidatos de Morena en todo el país.
Los expertos dicen que aquí en México los debates impactan muy poco o nada en las encuestas.
También en eso ganó Claudia: su amplísima ventaja se mantiene como un trecho irremontable para doña X, que desde ahora se sabe perdida por el repudio popular a lo que ella, sus jefes, patrocinadores y correligionarios representan para el país.
Habrá un segundo programa televisivo que el INE llamará debate y que servirá para ratificar que Claudia es la próxima Presidenta de México y que al país le esperan seis años más de auténtico desarrollo para su gente, continuando con el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.