Mueren en extrañas circunstancias operadores financieros de AMLO; sólo queda Fernando Padilla

Interesante lo que publica este día el columnista Raymundo Riva Palacio:

“Desaparecidos Flores Nava, Fuentes Brito y Narváez Romero, sólo queda FERNANDO PADILLA, el hombre más poderoso en el entorno de López, que conecta con toda la red de complicidades políticas y relaciones extrañas en torno a Carmona. Padilla está vinculado con Rosalinda Hernández, hermana del exsecretario de Gobernación, y actualmente administradora general de Auditoría Fiscal Federal del SAT. Junto con ella, Padilla recolectó recursos entre factureros de todo el país para la campaña presidencial de su hermano. También lo metió a la campaña de Sheinbaum. Padilla opera junto con Delgado y el secretario de Finanzas de Morena, Javier Cabiedes, una figura clave en la estrategia financiera abierta y en la oscuridad del presidente del partido, así como con Édgar Garza, que, de acuerdo con los informes de inteligencia, tiene una red de factureros y presunto lavado de dinero. Garza ha estado asociado a Peralta, que tiene probables vínculos con el crimen organizado, y junto con su esposa, Gabriela Jiménez, financió a través de asociaciones civiles a políticos de Morena y manejó dinero a prominentes políticos panistas. Jiménez es parte del cuarto de guerra de Sheinbaum, y algunos de los panistas ligados a él están dentro del cuarto de guerra de la candidata opositora, Xóchitl Gálvez. Entre más avanza el epílogo del sexenio, más información inquietante surge de las cañerías de Morena. Investigaciones en curso van profundizando y detallando los vínculos y complicidades dentro de la red de la narcopolítica en el país, donde aparecen líderes de Morena con presuntas ramificaciones a los principales cárteles de las drogas, y emergen los nombres de asociados a la dirigencia, al gobierno y a la campaña presidencial, como los operadores financieros y sus vasos comunicantes con el mundo legal y el mundo criminal. Las muertes de los operadores financieros son un capítulo del que pocos quieren hablar. ¿Fueron extrañas coincidencias? ¿Ajustes de cuentas? ¿Hay alguien que quiera eliminar cabos sueltos? Difícilmente sabremos la verdad. El gobierno de López Obrador no quiere encontrarla o, si la sabe, desea encubrirla. Lo que eventualmente sabremos son los millonarios recursos que circularon a través de los operadores financieros y cuánto dinero del total surgió de actividades ilícitas. Quizás entonces, se rompa la omertá.”