Al grito de “¡Asesina, asesina!”, pobladores de San Andrés Tuxtla estuvieron a punto de linchar a la alcaldesa María Elena Solana, quien vestida de policía tuvo que ser custodiada por fuerzas del orden esto luego de que policías municipales detuvieran a un ciudadano identificado como Jorge Luis Zapata Páez, y quien falleció en medio de ese operativo.
Entre jalones y reclamos, la alcaldesa fue escoltada por policías a la Fiscalía Regional con sede en San Andrés Tuxtla para rendir su declaración por la muerte del locatario del mercado municipal y de oficio carnicero.
Previamente, agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE) habían detenido a nueve policías por estar presuntamente implicados en el homicidio de Zapata Páez.
La presidenta municipal fue retenida por más de cuatro horas en una patrulla de la Guardia Nacional (GN) que había llegado para rescatarla de la turba enardecida.
La alcaldesa estaba dentro de la patrulla de la Guardia Nacional vestida con un uniforme de la Policía Municipal, incluso llevaba casco, para tratar de despistar a los ciudadanos; sin embargo éstos se dieron cuenta y la obligaron a descender.