Fuentes de alto nivel nos comentan que uno de las primeras áreas que serán auditadas cuando inicie la administración de Rocío Nahle, será el área administrativa de la secretaría de Seguridad Pública que encabezó durante más de cinco años Ulises Rodríguez Landa, bajo el cobijo y manto protector de Eleazar Guerrero Pérez, quien era el verdadero poder tras el trono en la secretaría de Finanzas pues ponía y quitaba enlaces administrativos a su antojo.
Nos comentan que el famoso “ROLA”, es decir, Rodríguez Landa, dejó incrustados a cientos de recomendados y recomendadas en diversas áreas del gobierno del estado, a quienes no sólo asignó sueldazos sino que además los dejó basificados.
Incluso, nos dicen que guapas jovencitas sin mayores méritos ni formación académica recibieron el beneficio de una base por el sólo hecho de ser “amigas” del otrora priista, quien vio en este sexenio su mina de oro, pues nos comentan que es dueño de ranchos, propiedades, vehículos de lujo y un sinfín de bienes obtenidos al amparo del poder.
A ello se suma las poco transparentes adquisiciones en la SSP, donde según se sabe se inflaban costos y facturas con lo que el citado funcionario hacia su agosto en pleno diciembre.
Por lo mientras, un grupo de auditores se prepara a revisar a detalle la entrega-recepción de la SSP, pero poniendo la lupa en el área administrativa donde dicen que saldrá más lodo que el generado por las recientes lluvias.
Ya se verá si Nahle decide auditar la gestión de Ulises Rodríguez Landa o si, por el contrario, perdona y pasa por alto esas irregularidades. Si sucediera esto último, la gobernadora le daría la razón a sus detratactores que trataron de endilgarle la etiqueta de presunta corrupción. Y no hay fuero que valga si existe la voluntad de castigar a los corruptos.
Por cierto, ¿sabrá doña Rocío que Ulises le invirtió u ofreció meterle lana al candidato a gobernador que quedó en segundo lugar? Ahí se lo dejamos de tarea.