El utilitarismo sustituye ideología en partidos
Por Ángel Lara Platas
La creación de cualquier partido que pretenda representar y defender los intereses de los ciudadanos, debe tener en cuenta los soportes ideológicos que, en principio, fortalezcan ambientes de paz, estabilidad, concordia y progreso. Las ideologías plantearán los métodos para alcanzar los propósitos que cada partido político se proponga. Sin embargo, los vínculos que establece la mayor parte de la militancia con los partidos políticos son más emocionales que ideológicos.
La militancia efectiva de cada partido se mantendrá fiel mientras el partido no cambie sus principios ideológicos. Los militantes mantendrán su filiación así pierda elecciones.
El apoyo será incondicional. Algo similar a lo que ocurre con los equipos de fútbol. Los fanáticos se definen como seguidores eternos de sus equipos así transiten por rachas prolongadas de derrotas.
La confusión del electorado militante o simpatizante, se presenta cuando el partido de su preferencia se coaliga con otro u otros institutos políticos.
Y no precisamente porque las ideologías que los definen sean opuestas entre sí. No. Es por que sienten que el derecho de pertenencia hacia el instituto político al que pertenecen, se ve violentado.
Además, como sucede casi siempre, las dirigencias partidistas no consultan a sus bases para este tipo de decisiones. Para esto hay que anticipar que la estructura formal de cada partido no representa el criterio de la militancia.
Si realmente se le consultara habría sorpresas en varios sentidos. Las decisiones unilaterales de los dirigentes por no contar con el consenso de las mayorías militantes y simpatizantes, se convierten en disposiciones unilaterales. Hay que recordar que las imposiciones regularmente no agradan a nadie.
Por lo tanto, la decisión de los partidos de coaligarse para sumar fuerzas con el propósito de vencer al contrario, transforman a los partidos políticos en partidos utilitarios debilitando, en consecuencia, su marco ideológico.
Contrario a lo que suponen los líderes, las matemáticas no funcionan en las coaliciones. Es decir, en las coaliciones la base de votos de un partido no se suma a la base de votos del otro. La ecuación es sencilla. En las coaliciones uno de los partidos es el que propone el candidato. La militancia del partido que no propone, lo desmotiva. Esta es la razón por la cual Acción Nacional se declara arrepentido de haber ido en coalición con el PRI. Este es un ejemplo de cuando las militancias de ambos partidos, reaccionan absteniéndose de votar o, en algunos casos, votando en castigo por un partido que está fuera de la coalición