Por narcoviolencia, chiapanecos huyen a Guatemala

Al menos 600 pobladores de 235 familias, abandonaron sus hogares en Chiapas y llegaron a Guatemala para esquivar balazos, bloqueos y asesinatos que a diario están provocando la guerra entre los grupos criminales ligados con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS).

Mientras las autoridades mexicanas están en silencio sobre el desplazamiento forzado, fue el Presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien informó sobre los niños, mujeres, hombres, adultos mayores, y hasta mascotas, que cruzaron la frontera provenientes de los municipios chiapanecos de Motozintla, Amatenango de la Frontera y Comalapa.

“(Estamos en coordinación) para la atención a personas que están escapando a esta confrontación entre grupos (criminales) en México”, dijo ayer a medios de ese país.

Desde el pasado lunes, los pobladores comenzaron a cruzar la frontera sur de México en camionetas de redilas para llegar al municipio de Cuilco, en el Departamento de Huehuetenango, a unos 40 kilómetros Chiapas.

Decidieron huir de casos como el del pasado 20 de julio, cuando en la Región Sierra, colindante con esta frontera, se bloquearon carreteras, y se atacaron autos con explosivos, drones, y vehículos blindados artesanalmente (conocidos como monstruos), lo que provocó la muerte de un poblador y dejó a varios heridos.

Y ante la falta de víveres por el cierre de negocios y de circulación de empresas que surten los productos.

“Piden que vayan a bloquear caminos y que la gente se asuma como integrantes de algún grupo criminal”, señaló un habitante de la zona a Grupo REFORMA.

Del lado guatemalteco, autoridades municipales e integrantes de comunidades religiosas urgieron al acopio de comida, colchonetas, toallas femeninas, ropa interior y medicina para quienes están siendo refugiados en escuelas.

“Es duro para Chiapas, y falta mucho más, esto está comenzando”, advirtió una fuente de seguridad a Grupo REFORMA, a pesar de que en esta zona fronteriza la violencia por la disputa de los cárteles lleva tres años.

Municipios como Villa Corzo, Ángel Albino Corzo, Montecristo de Guerrero y Capitán Luis Ángel Vidal, en la región Frailesca, la cual se conecta con la región Sierra en donde se ubican Siltepec, Motozintla, Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera, Frontera Comalapa y Chicomuselo es donde se ha dado este tipo de violencia criminal.

El pasado 17 de julio, en La Independencia, Municipio Ángel Albino Corzo, región Frailesca, los criminales arribaron y ordenaron a los pobladores, a través de perifoneo, que fueran a la casa ejidal armados con palos y machetes. Sin otra alternativa, los pobladores acudieron y los criminales los enviaron como carne de cañón a enfrentar a militares.

“Estaban encapuchados y con armas, cuando llegamos anotaron nuestros nombres en una libreta, y tras un rato de reunir a bastantes personas, en grupo, caminamos unos 25 kilómetros hasta llegar al cruce de San Nicolás, donde estaba el Ejército vigilando. Yo me puse hasta atrás y los campesinos adelante, los de adelante se enfrentaron con los militares con machetes y palos”, contó una mujer a Grupo REFORMA.

Después de esto, ante el temor de que fueran reclutados forzadamente, pobladores de La Independencia, además de Llano Grande y Laguna del Cofre, dejaron sus viviendas.

Desde este lunes, los grupos criminales empezaron a difundir en redes sociales, videos de los vehículos en los que viajan a bordo, presumiendo que han llegado a la Sierra de Chiapas que es donde combatieron el fin de semana, en otros casos aparecen junto a vehículos blindados y formados en filas, como si fueran militares resguardando un pueblo.

Un video que difundió ayer, el Cártel de Chiapas y Guatemala presumió que llegó a Nueva Morelia (Municipio de Chicomuselo) y que desplazaron al CDS.

En enero, la “Sociedad Civil de Chicomuselo”, denunció que al menos 20 personas fallecieron durante un combate entre los grupos criminales y en mayo, los narcos asesinaron a una familia de 6 personas, entre ellos un catequista, porque no quisieron unirse a un grupo.