Benito Benítez
El Senderito de Bosque de Niebla es del pueblo. Es un espacio público rescatado con cinco bancas recibiendo a las parejas jóvenes, a personas de tercera edad, a los amantes de los caninos, una fiesta para los que se detienen y saben disfrutar de la migración de mariposas, de los que saben ver el trabajo de las hormigas que cultivan hongos en sus almacenes de hojas de fresno, que se afanan en ordeñar a los pulgones. Las hormigas actúan como granjeras, “ordeñando” a los pulgones y protegiéndolos de depredadores como son las mariquitas. Los pulgones excretan ligamaza, una sustancia rica en carbono muy dulce que atrae a las hormigas.
Nosotros todos los días celebramos el día de la tierra, sin ningún apoyo de los tres niveles de gobierno, seguimos trabajando con la idea de que cada ciudad debe tener uno o varios espacios como el Senderito de Bosque de Niebla para la difusión de la biodiversidad y el cuidado del medio ambiente. El próximo domingo nuevamente el maestro Erasmo Arturo García Meza con cédula número 5326819 SEP con año de expedición: 2007, en el Colegio Superior de Agricultura Tropical de Cárdenas Tabasco en especialidad de parasitología agrícola, quien se ha convertido en un asesor indispensable del Senderito de Bosque de Niebla, nos dará una clase demostración de cómo usar el aparato A para definir las curvas de nivel. Se realizan indicando que los puntos donde se apoyan las patas del aparato A están al mismo nivel.
Se clavan estacas junto a la segunda pata. Este procedimiento se realiza hasta llegar al límite de la parcela. Las curvas de nivel son una forma sencilla de conservar el suelo y el agua en pendientes suaves y son el fundamento de la conservación del suelo y el agua en laderas. Sembraremos barreras vivas. Estos cultivos se siembran en curvas a nivel, principalmente en las laderas. El propósito es controlar la erosión. Las siembras se manejan tupidas en los surcos, con alta densidad; por este motivo actúan como barreras.
Así se detiene la erosión ayudando a nuestros árboles: fresnos mexicanos maples mexicanos arces y un sinnúmero de encinos.
EL ENCINO
El encino nos recibe
con parsimonia
en su jardín de piedras
y corrientes de aire
No hay nada en el encino
que nos haga pensar
en el harem de aromas
de las rosas
Ni en las hijas más blancas
de la camelia o la magnolia
ni en la evanescente
belleza del jazmín
El encino es un anciano
que de aquella belleza
sólo recuerda la amargura
de las bellotas
Alberto Blanco