José Ortiz Medina / Crónica
¿Mal de Parkinson?, ¿nerviosismo?, ¿manifestación de furia largamente contenida?, ¿le tembló el pulso?, ¿tembló de miedo?, ¿la mano que mece la cuna también tiembla?, ¿muestra de ansiedad?, ¿o simple estrago por la edad?
Lo cierto es que a Miguel Ángel Yunes Linares le tembló la mano mientras increpaba al Senador y dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, la tarde de este martes.
Quien fue la mano dura durante el sexenio de Patricio Chirinos, la mano dura hasta no hace mucho que fustigaba a adversarios políticos, es ahora la mano que tiembla, ante el inexorable juicio de la historia.
Es la mano que tiembla ante la urgencia de defender lo indefendible, lo injustificable.
No es la mano firme de la justicia sino la mano temblorosa de la traición.
Así se ve la mano de quien le da la espalda a México por su interés personal: