Las decisiones de Estado no siempre son populares
Carlos Tercero
Hace una semana, el renombrado periodista Adrián Rueda, en su columna “Capital político”, lanzó el presunto hipotético: Si Morena tuviera un Gutiérrez Barrios. No sé si Morena lo tenga, pero Veracruz y México sí cuentan con un personaje muy cercano al nivel de operación y estrategia política de Don Fernando, con un estilo más agreste, pero con similar altura de miras y contundencia en la operación de los temas más agudos del ejercicio del poder, que solamente aquellos que están dispuestos a entregar resultados, incluso asumiendo el costo de la impopularidad y el linchamiento público pueden lograr; su nombre: Miguel Ángel Yunes Linares, quien, al igual que Gutiérrez Barrios, parafraseando a Adrián Rueda es “odiado por unos, querido por otros y temido por todos” y al mismo tiempo, respetado por su capacidad de liderazgo y habilidad en la negociación y acuerdos políticos.
Don Fernando y Yunes Linares tuvieron una relación cercana; Gutiérrez Barrios fue mentor y figura clave en la formación de Yunes y al paso del tiempo, ambos fueron Gobernadores de Veracruz por solo dos años, ambos pasaron por la Secretaría de Gobernación, aunque solo Don Fernando fue el titular.
Para muchos, el licenciado Yunes, gobernó más y mejor a Veracruz siendo Secretario de Gobierno de Patricio Chirinos (1992-1998), que en su propia gubernatura (2016-2018), en la que delegó de más en sus hijos y amigos de ellos, quienes relegaron a todos aquellos que no eran cercanos al grupo de los boqueños (provenientes de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río) y; sin embargo, en tan solo dos años logró e hizo más por el estado que varios de los gobernadores con periodos de seis años que le antecedieron y muchísimo más que el que le sucedió.
En este momento, “Yunes” es el nombre asignado al huracán formado por la aprobación en el Senado de la Reforma al Poder Judicial, tempestad mediática desatada por la oposición, que en la ínfima figura del mercader político Marko Cortés, tiene su “mejor” exponente. Pero los huracanes del poder público son cíclicos y, después de cada tempestad, llega la calma que reconfigura el tablero del ajedrez político e incluso, el escenario social y, en ello, a pocos personajes en México se les puede atribuir tanto en este sentido como a Miguel Ángel Yunes. Recordemos tan solo que:
En 1996, fue el encargado del operativo de detención de Dante Delgado Rannauro, acto que potenció el nacimiento de un nuevo partido político, Convergencia por la Democracia, hoy Movimiento Ciudadano.
En 1997, asumió la Presidencia del PRI Veracruzano y perdió más de la mitad de los municipios que históricamente habían sido gobernados por el Revolucionario Institucional, permitiendo el auge del PRD, resultado de un exceso de confianza y una mala selección de candidatos, cediendo por primera vez Xalapa, la capital del estado, a la oposición abanderada por el PRD y Convergencia por la Democracia, aún como Agrupación Política Nacional.
En 2004, fue expulsado del PRI por sus constantes ataques y críticas a la vida interna y decisiones de la dirigencia del partido, sumado al enfrentamiento con la otrora poderosísima lideresa magisterial Elba Esther Gordillo.
En 2010, ya en el PAN, durante la elección a gobernador de Veracruz, perdió por menos del 2.5% contra Fidel Herrera y su candidato, Javier Duarte. Para 2016, reúne suficiente evidencia para que su predecesor, Duarte, sea encarcelado y con ello, dinamita a nivel nacional al PRI.
Hoy, en septiembre de 2024, se le atribuye materializar la iniciativa del Presidente López Obrador a la que puede ser la mayor Reforma del Estado Mexicano en este sentido desde la promulgación de La Ley Sobre Administración de Justicia y Orgánica de los Tribunales de la Nación, del Distrito y territorios – “Ley Juárez”, el 23 de noviembre de 1855; a pesar del histórico y sostenido enfrentamiento con AMLO, quien le ha reconocido, al igual que la Presidenta Electa, su aportación a la Transformación Nacional: hecho político que colateralmente asesta el tiro de gracia a lo que quedaba del PAN.
Su recorrido por distintos partidos y fuerzas políticas del país no han hecho más que acrecentar su fortaleza, por la suma de los saldos políticos de sus acuerdos y acciones que terminan siempre, alterando la geografía política. Por ello, ante el supuesto emitido por mi buen amigo Adrián Rueda, se puede afirmar que, Miguel Ángel Yunes Linares, es heredero y continuación del legado de Fernando Gutiérrez Barrios.