Andrés Manuel López Obrador bromeó sobre el hecho de que ayer le lanzaran una botella de agua a su llegada a un evento en Veracruz.
«Hasta la pude haber agarrado», dijo en alusión a sus dotes como beisbolista, y a pregunta expresa de una reportera, descartó que se tratara de una agresión. «No pasa nada«, expresó.
El tema lo sacó a colación tras una larga exposición sobre las virtudes de su gobierno, entre las que mencionó la de no reprimir, y fue cuando se refirió a la botella que cayó cerca de sus pies, hecho que causó una amplia conmoción, así como acusaciones y deslindes sobre el autor del hecho.
También insistió en que no pasaba a mayores, pero pidió que se actúe con mucho respeto, que quienes participan en la transformación del país actúen con tolerancia, y agregó que no se debía caer en provocaciones, tanto los extremos del conservadurismo «y la supuesta izquierda radical».