En su última conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó el decreto de la reforma que incorpora la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional y la que reconoce la personalidad jurídica de los pueblos indígenas y afromexicanos, para su promulgación en el Diario Oficial de la Federación.
Ambas reformas fueron aprobadas la semana pasada por la Cámara de Diputados y el Senado, y después validadas por la mayoría de los congresos locales en sesiones que por lo general duraban minutos y no se hacía mayor análisis.
En el caso de la reforma a la Guardia Nacional, Morena recurrió a su mayoría calificada para su aprobación, mientras que la oposición votó en contra por considerar que implica la militarización de esta institución, y se ausentó de las sesiones de ayer en el Senado y la Cámara de Diputados, también de corte exprés, en las que se declaró la validez constitucional de la minuta.
El mandatario comenzó su última conferencia matutina diciendo que le daba gusto saber que su sucesora, Claudia Sheinbaum, se había ofrecido a continuar con lo que consideró “un ejercicio de auténtica comunicación, de mensajes de ida y vuelta”.
En la antesala de la entrega de la banda presidencial, dijo que se va “muy satisfecho por el cariño de muchos mexicanos, cosa que agradezco de todo corazón, me dediqué a servir al pueblo, me siento muy orgulloso, muy contento, de que atendimos a todos, respetamos a todos, pero le dimos preferencia a los más necesitados”.
Agregó que “llevamos a la práctica nuestro principio de que por el bien de todos, primero los pobres, no fue una proclama, no fue sólo un lema, se convirtió en realidad porque logramos reducir la pobreza y la desigualdad en nuestro país, a pesar de la pandemia que tanto dolor nos causó y nos tumbó la economía como no sucedía en más de un siglo”.
El mandatario señaló que pese a ello, “nos levantamos y se logró recuperar el crecimiento económico, limitado por esa crisis externa, y aun cuando creció poco la economía, como hubo una distribución de la riqueza y del ingreso justa, como se distribuyó el presupuesto a todos, se aumentaron los salarios como no sucedía en muchas décadas, como no se permitió la corrupción, se pudieron mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la mayoría de los mexicanos”.
Señaló una vez más que se va muy contento “porque voy a entregar la banda presidencial a una mujer excepcional, a una humanista, una mujer llena de amor, de humildad, de buenos sentimientos, es difícil que se encuentre en la historia una transición como la que estamos viviendo”.
Finalmente, dijo que “en lo personal me siento muy satisfecho por el trato de la presidenta hacia mí, respetuoso hasta el final, lo que demuestra su calidad humana, porque cualquier otro acomplejado, lo primero que hubiera hecho hubiese sido negarme o empezar con indirectas o a cuestionar lo que hemos construido entre todos para diferenciarse, pintar su raya, o con golpes espectaculares”.