palabrasclaras.mx
Desde hace seis años los “neopolíticos” morenistas de México y Veracruz han pregonado que ellos “son diferentes” a los políticos que suplieron, además de prometer gobiernos honestos y transparentes bajo el discurso cansino de “No mentir, no robar y no traicionar”.
Eso sólo ha sido una narrativa perversa para burlar la ley, para corromper y saquear las arcas públicas, mientras ellos se ocupan de los grandes negocios, de incrustar a familiares directos en puestos claves de la administración y para medrar a sus anchas.
En Veracruz, el rey del nepotismo es Cuitláhuac García, un gobernador que nunca se enteró que fue gobernador, pero que no se olvidó de incrustar a gran parte de su familia en las nóminas gubernamentales con salarios “neoliberales”.
Uno de los ejemplos es Eleazar Guerrero Pérez quien ocupó, “gracias a la abuela Manuela Durán”, la poderosa subsecretaría de administración y finanzas. Desde ahí colocó en puestos de importancia administrativa a sus dos hijos, Eleazar y Nitzia Guerrero Barrera; al varón en Seguridad Pública -junto a su cómplice y compadre Ulises Rodríguez Landa- y a la dama en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Al primísimo también se le relacionó con Araly Rodríguez, “empresaria” veracruzana que recibió más de 30 contratos de diferentes dependencias estatales por más de 100 millones de pesos entre 2019 y 2022. Hechos que quedaron olvidados y enterrados en la Contraloría General de Veracruz.
Igualmente, Guerrero Pérez fue fundador de “Unidos Todos”, agrupación hoy conocida como “Robemos Todos”, donde recibían los presuntos descuentos quincenales que hacían a trabajadores de confianza para ese movimiento, además de obligarlos a asistir a los eventos políticos de Morena.
Eleazar Guerrero, alias “Ele”, se coló como diputado federal plurinominal en la actual legislatura, desde donde manda, vigila y trata de limpiar el estiércol que hay en la mayoría de las unidades administrativas del Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, que él controlaba, porque sabe que está siendo investigado por los próximos funcionarios nahlelistas.
Una de las últimas de “Ele” es que la noche del jueves de la semana pasada, movió el aparato de la dirección de tránsito y transporte público, principalmente a Ángel Alarcón, para que atendiera un accidente automovilístico, que se suscitó en la avenida Ávila Camacho, alrededor de las 23 horas, en el que participó su hija Nitzia, quien comentan que no hubiera pasado la prueba de alcoholemia, pero para fortuna de la familia Guerrero Barrera el incidente fue resuelto por las autoridades estatales y no pasó a mayores.
¡Que bonita familia, que bonita!…