Denuncian presuntos actos de corrupción en el penal de Pacho Viejo; cobran por todo y las “cuotas” aumentaron en este “Año de Hidalgo”

A través de comunicación enviada a la redacción, ciudadanos internos en el Centro de Reclusión Social (Cereso) de “Pacho Viejo” dan a conocer a las autoridades y ciudadanía en general la situación que padecen y han padecido en dicho centro penitenciario.

Como parte de las quejas, denuncian presuntos cobros que se han vuelto excesivos al interior del Cereso de Pacho, principalmente desde la llegada del director Enrique Álvarez Timoteo, quien a su paso por otros penales de la entidad habría estado “embarrado” de sospechas respecto de distintas situaciones trágicas y poco claras.

Y es que mientras estuvo en Poza Rica, solo por poner un ejemplo, una mujer que estaba de visita fue asesinada por un interno y cuando estuvo en el Duport Ostión de Coatzacoalcos fue atacado a balazos, situación a la que por supuesto sobrevivió para seguir haciendo numerosos presuntos negocios al amparo de la protección y probable complicidad de su protectora, la polémica Subsecretaria de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Veracruz, Sarahí Peña Galaviz.

Desde ese entonces, y hasta la fecha las versiones describen cómo mensualmente, a Peña Galaviz le tocaría una fuerte suma de recursos que serían captados por “cuotas” y diversos negocios en el Cereso.

Así, aseguran que dentro del Cereso de Pacho se cobra por todo. Por ejemplo, con esta administración, si un preso quiere una visita conyugal debe pagar 180 pesos la noche y aparte 120 el día, es decir, 300 pesos, cuota que a últimas fechas se incrementó a 400 pesos.

Gracias a sus argucias, muchos negocios que operaban los delincuentes desde dentro quedaron libres y por lo tanto estarían en manos del director, quien habría decidido que por tratarse del “año de Hidalgo” le habría subido el precio a todo, con el supuesto aval de la “subse” Sarahí Peña.

Así, un refresco de cola o un sobre de café soluble se pagan a precios que llegan a duplicar el costo en una tienda normal y si un interno quiere comerciar algún producto, por supuesto le tiene que pagar cuota a la dirección.

Pero lo que es peor, a últimas fechas a los familiares de internos que se llegan a enfermar se les venden medicamentos que llegan a costar el triple de su precio real, por lo que en consecuencia ha habido más brotes por ejemplo de influenza, ante lo que las familias han tenido que ceder y pagar lo que se les pida “… aunque sea con aumento”.

La “… robadera y el ´hambre´ son tales que las estancias privadas cuestan cantidades estratosféricas, pues pueden ir desde 25 mil hasta 45 mil pesos según se dejen las personas. Los alimentos también son cobrados, a pesar de que los que quedan en el Cereso son pura sobra y alimentos a punto de caducar, por lo que nadie los quiere.

Otro caso que comentan es que una mujer que fue privada de su libertad se realizó heridas en los brazos en protesta porque le redujeron sus medicamentos y en lugar de atenderla, solo le hicieron curaciones menores y la metieron a un lugar que llaman “las frías” donde estuvo por casi un mes, amenazándola con que si decía algo la trasladarían a un Cefereso.

Winckler y los VIP

Es tal la enorme lista de cobros indebidos a las personas internas más vulnerables, que lamentan que en cambio sí existan personajes y ex altos funcionarios que tienen área VIP como sucede con el ex yunista Jorge Winckler y otros más, a quienes sus visitas pasan “a la hora que quieren” mientras que al resto de la población penitenciaria les cobran 100 pesos cada vez que sus familiares los visitan.

El “año de Hidalgo”

Personal del mismo centro de “Pacho Viejo”, quien por su seguridad nos solicitó no hacer públicos sus datos particulares, aseguran que al interior del Cereso de Pacho se comenta que “… para eso lo envió (al director) la subsecretaría Sarahí Peña, para llevarse todo lo que pueda pues ya se van y no quieren ni deben dejar nada… Es por ello que hay que cobrar todo”.

Claman por auxilio

Por todo lo anterior, el llamado de los ciudadanos internos es de ayuda urgente para que hagan algo en contra de las “autoridades” y “del director que lo único que vino a hacer es a extorsionar más a la población penitenciaria por instrucciones de Sarahí, su jefa”.

Sarahí, ex duartista y ahora Morena, con negro historial de presunta corrupción

A la “subse” Sarahí Peña se le recuerda porque en otros tiempos, durante la administración de Javier Duarte de manera imprudente realizaba celebraciones o “mega fiestas” en sus oficinas de Prevención y Readaptación Social, situación que repitió durante el cuitlahuismo cuando decoró su oficina particular con globos, flores gigantes, mesa de dulces, pastel, bocadillos gourmet y contrató sillas para banquetes.

Cabe recordar que Sarahi Peña Galaviz ocupó la dirección de varios penales en los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán y de Javier Duarte de Ochoa, pero fue despedida al inicio de la administración panista de Miguel Ángel Yunes Linares por la fuga de un reo en el penal de Playa Linda del puerto de Veracruz.

Peña Galaviz ha sido señalada en distintas ocasiones por sus propios empleados y compañeros de operar una red de presunta corrupción al interior de los penales de Veracruz y de ser quien “pasa la charola”, ya que desde que ocupó varias direcciones de penales en los gobiernos priistas tejió una amplia red de presunta corrupción y de pago de servicios que ahora opera en el gobierno de morenista de Veracruz.

Ojalá la gobernadora electa Rocío Nahle tome cartas en el asunto, investigue a estos funcionarios y evite que en su gobierno se permitan este tipo de abusos en los centros penitenciarios.