Adán Augusto López Hernández, el personaje clave para convencer a Miguel Ángel Yunes Márquez para que votara a favor de la reforma judicial, no es el amigo “honesto” que siempre presumió Andrés Manuel López Obrador.
Adán Augusto López, por ejemplo, ha hecho una fortuna con su contratista favorito, Fernando Padilla Farfán, el mismo que fue el contratista favorito en el estado de Veracruz en los gobiernos priistas.
Fernando Padilla Farfán, operador político y financiero del ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, ha ganado más de 1,600 millones en contratos públicos.
Aunque tiene participación en decenas de empresas, Padilla Farfán captó dicha cantidad a través de tres de sus firmas Línea Médica del Sur, Consorcio Inmobiliario y Constructor Aspen (Aspen Construcciones) y FMedical, uno de sus negocios de proveeduría de servicios clínicos.
Dichas firmas han obtenido contratos de entidades federales como la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SCT), así como de gobiernos estatales morenistas, tales como la propia gestión de Adán Augusto López Hernández en Tabasco; el gobierno de Rutilio Escandón en Chiapas, cuñado del ex aspirante presidencial morenista; y el de Mara Lezama en Quintana Roo.
Pero también ha facturado a gobiernos opositores, como el del emecista Enrique Alfaro en Jalisco, y de los panistas Mauricio Kuri en Querétaro y Maru Campos en Chihuahua.
Encumbrado como un influyente personaje del obradorismo debido a su cuantiosa captación de recursos en contratos públicos y por su proximidad al ex secretario de Gobernación, Padilla Farfán operó a favor de Alejandro Armenta para que fuese electo gubernador de Puebla.
Originario de San Martín Texmelucan, Puebla, el empresario Fernando Padilla Farfán ha obtenido numerosos contratos de obra y de servicios clínicos en la era obradorista.
Nada menos, en 2020 la administración estatal de Adán Augusto López Hernández le asignó, en plena pandemia de Covid-19, dos contratos en sólo dos meses que suman 100 millones de pesos a Línea Médica del Sur, por los servicios de una Unidad de Hospitalización Temprana (UHT) COVID.
Una de ellas ―cuyo domo terminaría colapsando― se ubicó en el recinto ferial “Parque Tabasco”, por 60 millones; y la segunda junto al Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr. Juan Graham Casasús”, por 40 millones de pesos.
Otro de los principales clientes de Padilla Farfán ha sido el gobierno del cuñado de Adán Augusto en Chiapas, Rutilio Escandón, quien ha prodigado contratos a Aspen Construcciones por 672 millones de pesos.
Aspen Construcciones efectuó la “modernización” de la carretera La Angostura – San Francisco Pujiltic, por 233 millones de pesos. Después, la empresa cobró 244 por una ampliación de la misma; 2.4 por la delimitación del derecho de vía; y 5.9 millones de pesos por la colocación de “defensa metálica en cadenamientos”.
La administración del cuñado de Adán Augusto en Chiapas también otorgó un contrato de 149.5 millones a Construcciones Aspen, por un acceso vial al Hospital del IMSS en Tuxtla Gutiérrez; y otro de 37.2 millones de pesos.
En 2021, Aspen Construcciones obtuvo de la SICT un contrato con valor de 48.5 millones de pesos por la construcción del puente Río Pedregal en el kilómetro 3+250 de la carretera Chontalpa que cruza la autopista Las Choapas – Ocozocoautla, en los límites de Tabasco y Veracruz.
El gobierno de Mara Lezama en Quintana Roo también prodigó contratos a la constructora del operador de Adán Augusto López. El más cuantioso a través de FMedical, por el “Servicio Integral Itinerante para la detección, atención y diagnóstico” de salud, por 417.6 millones de pesos.
La empresa de Padilla Frafán recibió dos contratos más en Quintana Roo el servicio de unidades móviles para la atención integral y la detección temprana de enfermedades no transmisibles, uno por 56.2 millones y otro por 68.5 millones de pesos.
La también obradorista Armida Castro, alcaldesa verde ecologista de Los Cabos, Baja California, también destinó dinero a FMedical, con un contrato de 63.5 millones de pesos por tres unidades móviles de atención médica.
El gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda, en Baja California, también otorgó un contrato de 190 millones de pesos a Línea Médica del Sur, por la renta de dos unidades móviles con equipamiento para dar servicios dentales, densitometría, mastografía, optométricos, y de ultrasonido.
Fernando Padilla también ha colocado contratos en gobiernos opositores. Del gobierno del emecista Enrique Alfaro, en Jalisco, FMedical consiguió 59 millones con dos asignaciones por el “servicio integral de toma y lectura de mastografía, ultrasonido complementario, (y) mantenimiento preventivo, correctivo, y control de calidad” de mastógrafos del Servicio de Salud Jalisco.
Al gobierno de la panista María Eugenia Campos en Chihuahua, Línea Médica del Sur le facturó 132 millones de pesos también por unidades médicas móviles;
Y del gobierno del también panista Mauricio Kuri en Querétaro, Aspen Construcciones consiguió un contrato de 18.8 millones de pesos por mejoras en el Boulevard Manuel Gómez Morín en Cadereyta.
Siendo aún secretario de Gobernación, el 29 de diciembre de 2022, Adán Augusto López Hernández llevó a presentar a Fernando Padilla Farfán con el gobernador morenista de Puebla, Salomón Céspedes Peregrina, el mismísimo Palacio de Gobierno de la capital angelina. Se trató de un evento público muy difundido en esa entidad.
Desde entonces, Padilla Farfán opera para Adán Augusto en Puebla para el gobernador electo Alejandro Armenta Mier.
Incluso, Padilla Farfán fue operador financiero y electoral de Alejandro Armenta. En plena campaña fue descubierta propaganda impresa que promocionaba a Armenta saliendo en camionetas de tres toneladas de una bodega en la capital poblana, donde además están las oficinas del empresario Fernando Padilla, que es en la Avenida Juárez 2025, en Puebla.
Fernando Padilla no ha logrado permear en el equipo de Rocío Nahle, dado que la zacatecana es enemiga política de Adán Augusto. A Nahle le enfureció cuando se enteró que Adán Augusto logró pactar con Miguel Ángel Yunes Márquez para que éste votara a favor de la reforma judicial, como finalmente sucedió.
Fue pública la declaración de Nahle al expresar que en Veracruz Morena se reserva el derecho de admisión, en una clara advertencia a los Yunes de El Estero de que no entrarán a ese movimiento ni siquiera por la puerta de atrás. Pero semanas después Adán Augusto, valiéndole un caca-huate las afirmaciones de Rocío, reiteró que “Chiqui Yunes” ya forma parte de la bancada de Morena.
Pero abusado que es, dicen que no se descartaría que Fernando Padilla logre asociarse por debajo del agua con empresas ligadas a amigos y amigas de Nahle, a las que la zacatecana terminará dándole contratos. ¿Estará enterada de esto la próxima gobernadora de Veracruz? (JOSÉ ORTIZ / EN CORTO).