José Ortiz / EN CORTO
El primer cargo de relevancia que ocupó Verónica Hernández Giadáns fue en el gobierno municipal de Rafael Hernández Villalpando.
Verónica fue en esa administración Secretaria del Ayuntamiento.
Años después y con el amparo de gobiernos priistas, Verónica logró una notaría en Santiago Tuxtla.
En el inicio del gobierno de Cuitláhuac García, Verónica ocupó la dirección Jurídica, dependiente de la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos y Legislativos cuyo titular era Diego Castañeda.
El entonces secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, comenzó a tener fricciones con Rocío Nahle en el inicio del gobierno cuitlahuista.
Sucedió que en redes sociales comenzaron a circular una foto en la que el entonces secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, se besaba con un hombre.
Rocío Nahle, en ese momento secretaria de Energía, le llamó a Eric Cisneros para reclamarle, pues Roberto -protegido de la zacatecana- se quejó amargamente y señaló a dos sospechosos de la filtración de esa imagen: Eleazar Guerrero, en ese momento Subsecretario de Finanzas y al oriundo de Otatitlán.
Pero Eric Cisneros, tras negar esos señalamientos, se le puso al brinco a Nahle. En la llamada telefónica, el otrora titular de Segob alzó la voz.
-“No se te olvide que estás ahí por mí”, habría dicho Nahle.
-“Te equivocas, a mí me nombró el señor Gobernador”, reviró Eric.
Efectivamente, Nahle recomendó a Cisneros con Cuitláhuac para operar la elección de 2016, comicios en los que García Jiménez quedó en tercer lugar. Luego, Cuitláhuac le pidió a Eric que le ayudara en la operación en 2018, año en el que la 4T finalmente logró apoderarse de Palacio de Gobierno.
Pese a esa fricción, Nahle y Cisneros hicieron las paces. Sonrientes, se les vio en el restaurante La Parroquia, en la ciudad de Veracruz. Pero esa reconciliación fue de dientes para afuera, porque la herida quedó abierta y jamás cicatrizó.
La ruptura se profundizó cuando Cisneros creyó que podría arrebatarle la candidatura a la gubernatura a Nahle.
Una vez ungida como candidata a la gubernatura, trascendió que Nahle habría dicho que no descansará hasta que Eric Cisneros sea huésped de una celda en el penal de Pacho Viejo.
Regresando al tema de Verónica, fue del dominio público que ella fue nombrada en la Fiscalía General del Estado con todo el respaldo de Cisneros. Hubo quienes aseguraron que dicho apoyo se habría debido a una relación que supuestamente rebasaba las fronteras de una simple amistad.
En torno a Diego Castañeda, Cisneros en todo momento lo ninguneó y lo mantuvo arrumbado en la Subsecretaría de Asuntos Jurídicos. Cuando Verónica era directora del jurídico de la Segob, siempre tuvo toda la atención de Eric, quien por horas se encerraban en la oficina para “acordar” diversos temas. Diego le llevaba tarjetas informativas a su jefe alertando sobre pifias jurídicas de esa dependencia de gobierno, pero el otatitleco ni siquiera leía esos reportes.
La relación entre Cisneros y Diego fue empeorando hasta que finalmente éste último fue despedido del cargo.
Pero acaso lo denigrante del caso, es que Cisneros ni siquiera le pidió personalmente la renuncia a Diego, sino que mandó a Israel Roldán, en ese momento regente de la Editora de Gobierno, a que le exigiera la dimisión a Castañeda.
Y cosas de la vida. Quien le dio chamba a Israel Roldán fue precisamente Diego Castañeda. Resulta que originalmente a quien Diego le ofreció trabajo fue a la entonces pareja sentimental de Israel, quien prefirió que le dieran la posición a Roldán. Pero además, Cisneros nombró como sustituto en esa subsecretaría a Israel.
Luego, al atolondrado y pazguato alcalde de Coatepec, Raymundo Andrade, quien era -o sigue siendo- peón de Eric Cisneros, se le ocurrió la idea de nombrar a Diego Castañeda secretario del Ayuntamiento de esa ciudad cafetalera, ello sin consultar a su jefe político. Obvio que en cuanto se enteró de ese nombramiento, Cisneros obligó al tontejo del munícipe que le metiera reversa a tal designación.
Por eso es que Rocío Nahle, a quien le encarga que presente la iniciativa de reforma a la ley para “tumbar” a Verónica Hernández fue precisamente a Diego Castañeda, quien sufrió en carne propia las venganzas del famoso “Bola 8”.
Y pues bien dicen que las reses de ayer son los carniceros del presente, y que no es indio el que no se venga. Así que Diego seguramente disfrutó al máximo ser ejecutor de la nueva ley que ha sacado ya a Verónica de la Fiscalía, pues el portal Versiones informó este jueves como primicia la renuncia de la Fiscala. Vero se va de la FGE, a pesar de que Cuitláhuac la defendió contra viento y marea.
Tras la dimisión de Verónica, a partir del 1 de diciembre desempeñará las funciones como Fiscal un o una encargada de despacho en lo que el Congreso Local nombra al o a la nueva titular de la FGE.
Verónica se va y acaso la gota que derramó el vaso fue el lento ejercicio de la acción penal contra el senador Miguel Ángel Yunes Márquez y su hermano Fernando. Debido a esa lentitud, le dio tiempo a Chiqui Yunes de pactar impunidad con la 4T para asumir el escaño en la Cámara Alta y así poder obtener fuero. Eso fue lo que enfureció aun más a Rocío Nahle, sobre todo porque hubo la sospecha de que Verónica habría recibido instrucciones de Cisneros para proteger a los Yunes.
Se mencionan varios prospectos para la Fiscalía, entre ellos David Jiménez, presidente del IVAI, organismo próximo a desaparecer. Dicen que David cuenta con el respaldo de Pepe Peña, quien es el esposo de Rocío Nahle; Amado Cruz Malpica, alcalde de Coatzacoalcos; un personaje cuyo nombre no ha sido revelado aún y que viene con el apoyo de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, entre otros que con el transcurrir de los días se irán sumando a la lista de los y las suspirantes. Alguien mencionó a Diego Castañeda como prospecto para la Fiscalía, pero la noche de este mismo jueves nos comentan que el legislador se encargó de desmentir esas versiones.
SORPRESIVA SALIDA DE LIMA
Todavía no arranca el gobierno de Nahle y se da la primera “renuncia”.
Y es que pese a que Nahle lo ratificó en el cargo, a dos días de que inicie la próxima administración estatal, José Luis Lima Franco decide no continuar como secretario de Finanzas y Planeación.
Eso de que declina a seguir como titular de Sefiplan para contender como alcalde de Poza Rica el año entrante, pareciera una salida digna a José Luis.
Algo raro está pasando al interior del equipo de Nahle como para que sucedan estos bruscos virajes. Lo ideal es que el barco zarpe a partir del 1 de diciembre sin tormentas anticipadas y sin sobresaltos. Deseamos por el bien de Veracruz que el viaje del nuevo gobierno transite sin contratiempos. Que así sea.